De niño, la vida del Dr. Lin Wei Yu giraba en torno a las visitas al hospital, las salas de urgencias y los inhaladores. Nacido en Taiwán, en una familia con antecedentes de alergias graves, sufrió asma desde que tiene uso de razón.
Lin relató su experiencia, desde la infancia enferma hasta la desaparición duradera de los síntomas, en el podcast «Historias de vida» de la edición china de NTD, un medio hermano de The Epoch Times.
«Cada vez que tenía un ataque de asma, mis padres me llevaban de urgencia al hospital para recibir atención inmediata», relató Lin. «Inhalaba broncodilatadores y usaba una máscara de oxígeno».
La enfermedad marcó casi todos los aspectos de su infancia. Recuerda que a veces tenía que estar despierto toda la noche porque no podía respirar estando acostado, que llevaba pañuelos a la escuela para hacer frente a su constante goteo nasal y que lo eximieron del servicio militar en Taiwán a los 18 años, tras suspender el examen médico.
A pesar de las incesantes dificultades, la experiencia de Lin inspiró su carrera profesional. Estudió farmacia en la Universidad Médica de Kaohsiung, en Taiwán, decidido a encontrar una cura. «Simplemente me preguntaba si existía algún medicamento que pudiera aliviar o tratar esta enfermedad, y por eso elegí la farmacología», dijo. Sin embargo, tras obtener su doctorado en farmacia y acumular años de investigación, Lin no había logrado ningún avance.
En ese momento, Lin, experto en farmacología, se había resignado a vivir con asma. Sin otras opciones, asumía que la enfermedad le acompañaría para siempre.
«Actualmente, en medicina, solo podemos aliviar enfermedades como el asma», explicó. «Todavía no es posible prevenir por completo la aparición de la enfermedad».
Un punto de inflexión
Justo cuando Lin se había resignado a vivir con la enfermedad el resto de su vida, una invitación aparentemente trivial lo cambió todo.
A los 25 años, estaba en pleno doctorado cuando un compañero le propuso asistir a una serie de conferencias de nueve días sobre Qigong. Tenía la agenda apretada y se mostraba escéptico. Aun así, aceptó, aunque con poco entusiasmo. Dejó pasar los primeros ocho días y solo el último, movido por el compromiso adquirido y cierta mala conciencia, acudió a la cita, justo a tiempo para los últimos 30 minutos.
«Escuché a un hombre de mediana edad hablar sobre algo relacionado con el Qigong. He olvidado exactamente qué dijo», relató. «Pero cuando me desperté a la mañana siguiente, noté que tenía la nariz completamente despejada. Respirar era increíblemente fácil. Fue una sensación placentera que nunca antes había experimentado. Dormir así, del tirón hasta la mañana siguiente, fue maravilloso».
Esos últimos 30 minutos cambiarían su vida para siempre. Lo que conoció allí fue Falun Gong, también conocido como Falun Dafa, una práctica espiritual que combina ejercicios lentos de meditación con una enseñanza moral basada en los principios de Verdad, Benevolencia y Tolerancia.
Fascinado, Lin buscó más información, consiguió un ejemplar de «Zhuan Falun», la obra fundamental de Falun Gong, y comenzó a practicar con seriedad.
Desde entonces, su asma no volvió a manifestarse. Durante más de dos décadas, Lin no tomó ningún medicamento. «Mi índice de IgE [una prueba de laboratorio utilizada para diagnosticar alergias] pasó de ser 20 veces superior al valor de referencia a situarse dentro de la normalidad, pero dejé de tomar medicamentos y no me sometí a ningún tratamiento», dijo.

Más allá de la curación física
Con el tiempo, Lin comprendió que Falun Gong no se reduce a la salud física, sino que también apunta a la superación espiritual. Observó que muchos practicantes gozan de buena salud y que, según afirma, numerosas personas con enfermedades consideradas incurables han mejorado gracias a la práctica.
Como farmacéutico, Lin reconoce las limitaciones de la medicina moderna y subraya que las ciencias de la salud podrían avanzar de forma notable si los científicos analizaran e investigaran estos fenómenos, a su juicio extraordinarios, desde una perspectiva objetiva.
«La ciencia empírica actual se centra casi exclusivamente en por qué la gente enferma», afirmó Lin. «Rara vez se pregunta qué pueden hacer las personas para mantenerse sanas. Objetivamente hablando, el estudio sistemático de los practicantes de Falun Gong y la cuestión de por qué poseen mecanismos inmunológicos y de defensa tan extraordinarios podrían hacer una contribución significativa a la ciencia».
Lin compara su recuperación con el descubrimiento del núcleo atómico por parte de Rutherford: «En aquellos experimentos, solo una de cada 2 000 partículas de helio colisionaba directamente con el núcleo y se reflejaba. Solo ese impacto poco frecuente hacía visible el núcleo atómico. Lo mismo ocurre con los millones de asmáticos: probablemente soy esa partícula entre miles que ha recuperado por completo la salud sin medicación. La probabilidad de que eso ocurra es ínfima».
Mente sana y cuerpo sano
Hoy, Lin no solo goza de buena salud, sino que también está muy agradecido. La clave que obtuvo al practicar Falun Gong es que la salud física y el estado mental están inextricablemente unidos.
«Las personas que se enfadan o se alteran con frecuencia suelen desarrollar hipertensión y tienen dificultades para controlarla», explica. «Como practicantes de Falun Gong, nos esforzamos conscientemente por mantener una mente tranquila y en paz y por tratar a los demás y a las cosas que nos rodean con amabilidad y compasión. Esto mantiene las emociones estables y equilibradas, un estado que ha demostrado tener un efecto positivo en la salud física y mental en general».
Al recordar su infancia con asma grave y crónica, Lin espera que su experiencia sirva de aliento y guía a otras personas afectadas por la misma dolencia.
«A menudo se escucha la frase: la salud es el bien más preciado», afirma. «Sin salud, todo lo demás carece de sentido. Mi propia experiencia me ha demostrado lo cierta que es esta afirmación».
Este artículo no sustituye el consejo médico. Para preguntas relacionadas con la salud, consulte a su médico o farmacéutico.
Publicado originalmente en theepochtimes.com con el título «Del asma crónica a la vitalidad: Cómo el Dr. Lin encontró la curación más allá de la medicina».
Artículo publicado originalmente en The Epoch Times Alemania con el título «Asthma: Die ungewöhnliche Heilung eines Arztes aus Taiwan».
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