En los últimos tres años, el precio de la vivienda de segunda mano se ha incrementado un 25,3 %, mientras que los salarios ofertados solo han subido un 7,4 %, según un estudio conjunto de Fotocasa e InfoJobs difundido el ocho de mayo.
«La vivienda sube tres veces más que los sueldos, lo que refleja un problema estructural que afecta directamente a la capacidad de compra de los ciudadanos», señaló María Matos, directora de Estudios de Fotocasa el 8 de mayo.
El informe, titulado Relación de salarios y la compra de vivienda en 2024, revela que el pasado año el salario medio ofertado en InfoJobs subió un 3,1 %, mientras que el precio por metro cuadrado aumentó un 8,4 %. Este desajuste implica que, de promedio, un ciudadano necesita hoy 7,1 años de salario íntegro para adquirir una vivienda, una cifra que evidencia el creciente problema de accesibilidad.
Este desfase se observa más pronunciado al cumplirse cuatro y cinco años, en que el aumento salarial es de un 6,6 % y 6,5 % respecto al año 2022 y 2021, mientras que el precio de la vivienda sube un 27,3 % y 29,4 % respectivamente.
Desde los años 2021 y 2022, la vivienda subió entre cuatro y cinco veces más que los salarios promedio.

Oferta escasa y demanda elevada
Los expertos del informe coincidieron en que el fenómeno se explica, en gran parte, por un desequilibrio entre una demanda muy activa y una oferta limitada. Esta presión sobre el mercado ha impulsado los precios, especialmente en regiones con alta atracción turística o crecimiento económico.
«España vive un boom de demanda por comprar que, frente a la escasa oferta, tensiona al alza los precios», destacó Matos.
«Una situación muy difícil de revertir, por lo que la accesibilidad a la vivienda seguirá dificultándose y acentuando las desigualdades sociales», añadió.
Mónica Pérez, directora de Comunicación de InfoJobs, apunta que si bien en 2024 se ha moderado la inflación y se ha recuperado ligeramente el poder adquisitivo, «la vivienda sigue siendo un bien inalcanzable para muchos ciudadanos, lo que amplía la brecha social».
Desigualdades por comunidades autónomas
El informe también detalla importantes diferencias regionales. En 2024, el precio de la vivienda aumentó en 15 comunidades autónomas, mientras que el salario medio descendió en cinco. La Comunidad Valenciana lideró el encarecimiento del metro cuadrado en 2024, con un incremento del 19,8 %, pasando de 1758 euros/m² en 2023 a 2106 euros/m². En contraste, los salarios en esa región apenas subieron un 2,5 %.
Los precios siguieron aumentando en 2025 hasta alcanzar 2158 euros/m² en abril, es decir, un 16, 3 % más que abril de 2024, según los registros de Idealista.
En el extremo opuesto, Extremadura fue la comunidad donde más cayeron los sueldos: un 10,6 % menos respecto a 2023. Sus trabajadores pasaron de percibir 26 844 euros anuales a 24 001. A pesar de esta caída, el precio de la vivienda en Extremadura subió un 3,9%, con una tendencia a la baja para el año 2025.
En Madrid se produjo un alza de un 13,6 % pasando de 3767 euros/m² en 2023 a 4278 euros/m² en 2024 mientras que los salarios aumentaron un 7,9 % pasando de 26 836 euros anuales en 2023 a 28 075 euros en 2024.
Los precios en Madrid sufrieron un gran aumento en 2025 alcanzando 5467 euros/m² en abril, es decir un 24,3 % más que abril de 2024, según los registros de Idealista.
Provincias más y menos equilibradas
A nivel provincial, el panorama es igualmente desigual. Alicante registró la mayor subida en el precio de la vivienda, con un 21,3 % más que el año anterior, mientras que los salarios bajaron un 2,6 %. Los alicantinos pagaron en 2024 2456 euros/m² frente a los 2024 euros/m² de 2023.
En abril de 2025, el precio es de 2464 euros/m², un 4,3 % más que abril de 2024.
Por su parte, Badajoz fue la provincia más afectada por el desplome salarial, con un descenso del 11,5 %. A pesar de esta pérdida de poder adquisitivo, los precios de la vivienda subieron en 2024 un 4,6 %. Pero en 2025 descendieron un 4,2 %.
En contraste, Zaragoza y Jaén fueron las únicas provincias en las que se registró una mejora salarial combinada con una bajada del precio de la vivienda. En Zaragoza, el salario medio subió un 3,4 %, mientras que el precio del metro cuadrado descendió en 2024 un 0,6 %.
En 10 años la vivienda sube un 59 % y el salario un 18 %
Los datos revelan que el acceso a la vivienda en propiedad se ha convertido en un reto creciente en España. Aunque la inflación parece más controlada, la desconexión entre sueldos y precios inmobiliarios no deja de ampliarse. Esta tendencia no solo afecta al mercado residencial, sino que también condiciona la movilidad laboral, la natalidad y el desarrollo social.
El estudio elaborado por Fotocasa e InfoJobs pone sobre la mesa la necesidad urgente de políticas públicas más eficaces, tanto para incentivar la oferta de vivienda asequible como para proteger el poder adquisitivo de la población trabajadora, de lo contrario, el sueño de acceder a una vivienda digna seguirá alejándose para millones de españoles.
De acuerdo a datos compartidos por el diputado popular, Daniel Pérez, en el año 2024 había un 20 % menos de viviendas disponibles para la compra y un 8,15 % más caras.
«Mientras los salarios de los españoles apenas han crecido un 18 % en la última década, el precio de vivienda ha crecido un 59,2 % desde el año 2014 hasta 2023, y el de los alquileres, un 85,2 % en ese mismo periodo», agregó el diputado del VOX, Ignacio Hoces, al analizar la crisis.
Esto ha hecho que en el año 2023, el número de personas menores de 35 años con una vivienda propia bajara en dos décadas del 70 % al 35 %, dijo Hoces.
«El problema es la falta de oferta, y el que se construyeran cero viviendas públicas durante el gobierno de Pedro Sánchez no ha ayudado», destacó el diputado del Partido Popular, Juan Andrés Bayón Fuente.
«Él prometió 183 000, después, 250 000, pero lo cierto es que ha construido cero viviendas públicas», dijo el Sr. Bayón, refiriéndose al Sr. Sánchez.

El diputado Ricardo Chamorro Delmo (VOX) concuerda en que no se han construido suficientes viviendas sociales y explica que en España existen solo 290 000 viviendas sociales, en las que viven escasamente un millón de habitantes, lo cual supone solo un 2,5 % del total de viviendas de España, frente al 9,3 % de la media europea.
Al considerar el gasto medio en vivienda social en porcentaje del PIB, «España vuelve a situarse en la mitad inferior de las naciones europeas: la media actual en la Unión Europea de los veintisiete es del 1 % del PIB, estando nuestro país con un escaso 0,5 %», añadió Chamorro.
A modo de comparación, dijo que al finalizar el régimen anterior, se habían hecho cuatro millones de viviendas sociales en catorce años, desde 1961 a 1975.
Otro problema planteado por la falta de viviendas es la inseguridad que sienten los propietarios ante los fenómenos «okupa» —por la ocupación forzada de viviendas— e «inquiokupa» —inquilinos que dejan de pagar el alquiler—.
La nueva Ley de la Vivienda no ofrecería solución en este aspecto, según algunos parlamentarios. En este sentido, la diputada popular, Cristina Agüero, dice que la medida ha generado inseguridad jurídica y ha agravado la crisis de la vivienda, que hoy ya es el problema que más preocupa a los ciudadanos de nuestro país.
Gonzalo Bernardos, economista y profesor de la Universidad de Barcelona, declaró durante su intervención en Monopolio Inmobiliario, citada por El Confidencial, que las medidas gubernamentales han provocado lo que él denomina «pánico inmobiliario» entre los propietarios. Como resultado, muchos han decidido retirar sus inmuebles del alquiler, reduciendo la disponibilidad de viviendas y elevando los precios a niveles récord. Esto se refleja en el arriendo y en la compraventa.
El Partido Socialista, a través del diputado Javier Rodríguez, resaltó en un reciente debate su apoyo a la Ley de Vivienda, sugiriendo que el incremento de los precios serían causados «por una burbuja inmobiliaria, la falta de mano de obra, la falta de suelo».
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