El auge de la educación en casa: «Hay tantas formas de educar en casa como familias existen»

Por César Múnera
10 de octubre de 2025 08:40 Actualizado: 14 de octubre de 2025 10:51

Cuando pensamos en el aprendizaje de nuestros hijos generalmente la educación regular ofrecida en centros de enseñanza públicos o privados son la primera opción a tener en cuenta. Sin embargo, alternativas como el homeschooling (educación en casa) ofrecen un panorama de oportunidades.

Si bien adoptar esta modalidad de educación alternativa, como tal, no implica mayor esfuerzo —más allá de la disposición y el compromiso de los padres para acompañar a sus hijos por el mejor camino de aprendizaje—, es importante tener en consideración algunos aspectos.

Amaya Cáceres Fresno, abogada desde el año 2000, es especialista en derecho de familia y experta en temas legales sobre la educación en casa en España. Ella ha criado a sus hijos con este método y describe su experiencia como satisfactoria.

Pensar a lo grande

¿Por qué decidir educar a los hijos en casa? Hay que empezar entendiendo cuáles son los objetivos que queremos establecer para comenzar con el proyecto de educar a nuestros hijos en casa: ¿Qué resultado queremos obtener?


Lea también: «Ahí está él, de pie, caminando y decidiendo cosas»: Alejandro volvió a caminar gracias a una empresa de robótica


Amaya cuenta que conoció este método de aprendizaje gracias a una amiga suya de Madrid que enseñaba a sus hijos en casa, y le resultó muy llamativo ver que estos chicos llevaban una vida con muy poco estrés.

La abogada dijo que una vez que tomó la decisión de educar a sus hijos en casa, limitó su trabajo para disponer del tiempo necesario para su enseñanza. Recalcó la importancia del compromiso de los padres en los primeros años, pues el acompañamiento es más exigente. 

Convirtió el juego en un hábito rutinario con sus hijos y empezó a entender cuáles eran las necesidades de un niño pequeño que no va al cole. Entendió que los niños no necesitan estar sentados durante cinco horas, sino que necesitan el juego, el movimiento, el aire libre y el contacto con la naturaleza. «Necesitan ensuciarse mucho», señaló.

Cada año, Amaya fue haciendo una valoración de cuáles eran las necesidades de sus hijos, y cuenta que a partir de entonces la situación incluso fue mejorando. «No era algo que yo dijera: están desatendidos, están aburridos. Ni muchísimo menos. La verdad es que el aprendizaje me sorprendió porque se daba de forma natural», afirmó.

Según su experiencia, mientras un niño pueda vivir estas primeras etapas aprendiendo tranquilo —absorbiendo el conocimiento y descubriendo el mundo—, el aprendizaje que es más académico no les abrumará, sino que despertará su interés. No es un motivo de rechazo, como lo ha visto en niños que forman parte del sistema educativo.

«Ah, tengo que estudiar, tengo que hacer los deberes. Entonces, ¿cómo desarrollaba el aprendizaje con mis hijos? Bueno, pues a través de la lectura en voz alta. Leíamos y seguimos leyendo mucho en voz alta», explicó la abogada experta en la legalidad del homeschooling.

«A través de lecturas de todo tipo. Lectura de literatura infantil adaptada a su edad, literatura un poquito más clásica, poesía. [Los] llevamos muchísimo a la biblioteca, mucho contacto con la naturaleza, mucho juego libre», agregó.

Catalina Martínez Leal, es una madre que en su propia experiencia se encontró con un sistema educativo hostil que afectó su autoestima, su libertad, y que limitó su potencial para realizarse como persona, motivo por el cual decidió adoptar la educación en casa para su hijo.

En base a su experiencia de cinco años, Catalina afirma que para llevar a cabo esta práctica de manera efectiva es necesario tener mucho respeto por los intereses del niño, asegurando que si se atienden de la manera correcta, el niño puede adquirir su realización personal.

Cada niño es una historia diferente

Es oportuno valorar cómo esta experiencia podría impactar no solo en su progreso académico, también en su progreso emocional y su progreso social.

El sistema educativo español tiene estipulado que a partir de los seis años, un niño que curse primero de primaria debe saber leer y escribir, sin embargo cuenta que muchos niños no están preparados ni maduros para afrontar los retos de la lectoescritura.

«De hecho, la ley de educación no exige que un niño entre en primero de primaria sabiendo leer y escribir, pero la práctica al final  [es diferente]. En tercero de infantil, como que salen medio obligados», afirmó Amaya.

La abogada considera que cada niño está preparado en un momento determinado para leer y escribir. Si se siguen sus necesidades naturales y aprendizajes instintivos al final adquieren el conocimiento y no se sienten frustrados con el proceso de aprendizaje.

«No dejan su curiosidad de lado, siempre les interesa aprender, siempre les surgen preguntas, y cuando tú vas tirando del hilo de esas preguntas, al final del camino te das cuenta de que son niños y niñas muy preparados», dijo.

Sin embargo, en las formas convencionales de la educación, el aprendizaje está muy mediado por los conocimientos académicos. Matemáticas, lengua, ciencias naturales… Para Catalina, cada niño tiene una necesidad y unos intereses que muchas veces no son escuchados y debido a eso no se está potenciando las capacidades que podrían definir su futuro profesional.

La necesidad de tener una atmósfera propicia

El entorno que ofrecemos a nuestros hijos debe fomentar su curiosidad, incentivar la creatividad y permitir la concentración.

Catalina afirma que en su proceso de educación en casa ella ha procurado proveer a su hijo los espacios y los recursos para realizar las actividades que definen sus intereses.

Entre las grandes ventajas que puede tener la educación en casa, Catalina afirma que su hijo tiene una capacidad innata para la observación y gestión de problemas y cree que en un aula estas habilidades no es posible explotarlas porque todo es muy esquemático y rutinario y los niños no cuentan con una verdadera libertad para abordar el conocimiento.

Dice que en las aulas los niños están ajenos a las cosas que realmente están ocurriendo a su alrededor y que no tienen forma de comprender lo que sucede porque están condicionados por el cronograma de actividades que tienen que realizar en distintas asignaturas.

«La jornada de un niño es completamente dirigida y no queda espacio para sí mismo», agregó.

Integrarse a una comunidad para fomentar habilidades nuevas y la experiencia

Incluir experiencias donde los niños visiten lugares diferentes, practiquen alguna manualidad o participen de algún proyecto comunitario puede tener un efecto muy positivo ya que el aprendizaje puede ser más significativo cuando se adquiere en una vivencia real.

En las mañanas, la mayoría de niños que viven en la zona en donde vive Amaya están estudiando en el cole, no obstante no supuso un problema para fomentar la socialización en sus hijos, ya que interactuaban con personas mayores, también compartían entre los tres y adicionalmente Amaya los llevaba a participar de actividades culturales.

Por las tardes, cuando los demás niños estaban de regreso en sus hogares, Amaya aprovechó para invitarles en muchas ocasiones a su casa. De acuerdo con ella, su casa siempre ha estado abierta a muchos niños y ahora sus hijos tienen muchos amigos.

También apuntó a sus hijos en las actividades deportivas que les interesaba. Este entorno que promovía su salud también fue un espacio de oportunidades para que socializaran, conocieran más gente y aumentaran su lista de amigos.

«Muchas veces la gente tiene en la cabeza que reproducimos la escuela en casa. Y no es así. Bueno, habrá familias que lo hagan. Es que hay tantas formas de hacer educación en casa como familias existen», explicó Amaya.

El método que emplea la familia de Amaya es transversal, asegura que a través de la cocina estudian matemáticas, a través de la lectura en voz alta estudian historia, literatura y poesía.

Cuando echan una partida de juegos de mesa o cuando realizan puzzles estudian geografía.

«Entonces, es que es un aprendizaje muy relajado, muy relajado. Y eso que dice la gente: es que no adquieren rutinas, que luego no van a saber enfrentarse a un examen, que luego no van a tolerar la frustración de que algo no les salga. Eso no es así».

El acceso al sistema educativo

Amaya asegura que su hija de 17 años ha presentado un examen de acceso libre al grado medio y lo aprobó con una nota alta y ahora está cursando un grado medio fuera de casa.

Señala que si bien a los niños educados en casa les toma un poco más de tiempo ingresar al sistema educativo al final tienen las mismas oportunidades de lograr una certificación, pero cuestiona que el sistema educativo, como está pensado, mediante su estructura en la que la titulación está arreglada, termina desplazando de su órbita al niño que asume otro proceso de aprendizaje.

Sin embargo, asegura que un niño que realiza estudios en casa puede acceder perfectamente a estudiar un grado medio, un grado superior o ir a la universidad, afirmando con base en su conocimiento que, son niños perfectamente preparados.

De acuerdo con la abogada, para quienes realizan el aprendizaje en casa, existen varias maneras de homologar un título:

– Cursando el último año de la ESO.

– Realizando un examen libre para obtener la ESO cuando el interesado tenga 18 años.

– También se puede acceder a estudios superiores por libre a grado medio desde los 17 años.

– Para el acceso a la universidad para mayores, se puede realizar una solicitud a los 25 años de edad.

– Para las personas que han realizado estudios en el extranjero, se puede optar por solicitar una homologación de título de High School.


Lea también: La virtud de no hacer nada: cómo el aburrimiento puede ser la clave de la inspiración y la creatividad Fuente


«Cuando llega el momento de acceder al sistema, en función de lo que quieras hacer, por ejemplo, si quieres obtener el título de la ESO o si quieres cursar el acceso libre a grado medio, tienes que prepararte unos meses antes ese examen. Pero unos meses antes, no toda la vida», explicó la abogada.

La práctica del homeschooling es legal en países como Irlanda, Portugal, Reino Unido, Francia, Noruega, Finlandia, Dinamarca, etc. Mientras que en países como Alemania, Holanda, Grecia, Lituania, Bielorrusia, etc, es considerado un método educativo ilegal.

En España, de acuerdo con la Ley Orgánica de Educación, es obligatorio que los menores de 6 a 16 años estén adscritos a un centro educativo homologado por el estado. No obstante, los artículos 27.1 y 27.3 de la Constitución Española decreta la autonomía de los padres para decidir la educación que reciban sus hijos teniendo en consideración sus principios.

«La prueba [de que en casa reciben una buena preparación] es que nuestro derecho comparado está perfectamente admitido el homeschooling. Somos uno de los pocos países del mundo en el que la gente se sorprende cuando les dices que los niños no van al colegio», concluyó Amaya.

Cómo puede usted ayudarnos a seguir informando

¿Por qué necesitamos su ayuda para financiar nuestra cobertura informativa en España y en todo el mundo? Porque somos una organización de noticias independiente, libre de la influencia de cualquier gobierno, corporación o partido político. Desde el día que empezamos, hemos enfrentado presiones para silenciarnos, sobre todo del Partido Comunista Chino. Pero no nos doblegaremos. Dependemos de su generosa contribución para seguir ejerciendo un periodismo tradicional. Juntos, podemos seguir difundiendo la verdad.