El Ejército israelí ha publicado notas manuscritas del difunto líder de Hamás, Yahya Sinwar, con puntos clave e instrucciones generales del plan de este grupo terrorista para el ataque del 7 de octubre de 2023 contra Israel.
«Fase preliminar: Es crucial que nuestras fuerzas reaccionen con intensidad, durante las semanas previas a cada acción del «Bando Rojo» —es decir, Israel— a fin de que el enemigo las perciba como rutinarias; esto servirá de cobertura para la maniobra principal. Debe garantizarse que esto ocurra especialmente en zonas donde se disponga de imágenes auténticas. Por lo tanto, se requiere la máxima cobertura mediática de esas acciones».
El líder de Hamás exige expresamente a sus militantes la máxima crueldad: en cuanto a las «imágenes impactantes», afirma: «Deben circular imágenes capaces de provocar una explosión de euforia, locura y fervor entre nuestro pueblo, especialmente en Cisjordania, dentro del territorio, en Jerusalén y en toda nuestra nación. Con el fin de estimular una respuesta al llamado a la insurrección. Al mismo tiempo, las imágenes deben sembrar el terror y el miedo entre el enemigo. Es fundamental reiterar a jefes de unidad que permitan deliberadamente estos actos, que los documenten y que difundan las imágenes lo antes posible: pisoteos de soldados, disparos a quemarropa, degollaciones con cuchillos, explosiones de tanques, obligar a los soldados a arrodillarse con las manos sobre la cabeza, etc.» Se trataba de ejercer una crueldad monstruosa, meticulosa y fríamente premeditada.
Yahya Sinwar, de Hamás, subraya la necesidad de «anticipar eventos que produzcan imágenes pavorosas, como la explosión de varios vehículos o edificios, que causen una destrucción devastadora, escenas desgarradoras e incendios de gran magnitud. Cinco o diez imágenes de este tipo infundirán un terror mortal en el enemigo. Alá los golpeará de improviso e infundirá terror en sus corazones. Deben organizarse dos o tres acciones para incendiar barrios o asentamientos enteros mediante el vertido de combustible o diésel desde un tanque especial, para prenderles fuego y difundir las imágenes».
Al detallar los procedimientos operativos para la incursión terrorista en territorio israelí, escribió: «Para abrir las barreras de acceso a las zonas donde se situarán las fuerzas de las oleadas posteriores y quienes las seguirán, es necesario elegir, al menos inicialmente, diferentes ubicaciones: al menos una al norte de Gaza (Puerta de Erez), una al este (Nachal Oz) y una tercera frente a los campamentos centrales. Así, al final de la primera oleada, las excavadoras avanzarán para abrir puertas, retirar obstáculos y nivelar carreteras. Posteriormente, las excavadoras retirarán la mayor cantidad posible de alambre de púas, barricadas y terraplenes». En resumen, Hamás debía utilizar las excavadoras como vehículos de asalto para abrir las puertas a Israel y preparar el terreno, operando como una fuerza mecanizada para desbloquear y avanzar hacia territorio israelí.
Respecto a la movilización de los militantes, el líder de Hamás ordena: «De diez a quince minutos después del inicio del ataque, es crucial movilizar todas las fuerzas según el plan predeterminado y en múltiples ubicaciones, preferiblemente varias compañías en diferentes lugares, para estar listos para reforzar el ataque, expandirlo o adoptar una defensa si es necesario, o para ejercer control sobre la situación general». Y añade: «Si no estamos preparados para aprovechar al máximo esta oportunidad, el enemigo contendrá el caos y contraatacará, o recibirá ayuda externa, y la situación se tornará en nuestra contra del modo más desfavorable posible. Por lo tanto, es esencial estar listos para movilizar fuerzas, desarrollar y ampliar el ataque y asegurar el máximo refuerzo en las primeras seis a diez horas, a fin de asentar hechos nuevos sobre el terreno que bloqueen cualquier intento de contraofensiva».
El documento manuscrito fue hallado durante una operación del Ejército israelí en la Franja y analizado por el Centro de Información Sobre Inteligencia y Terrorismo.
El 17 de octubre de 2024, soldados israelíes abatieron a Sinwar durante una persecución. «Sinwar fue eliminado tras pasar un año escondido entre la población civil de Gaza, oculto en los túneles de Hamás. Las decenas de operaciones llevadas a cabo por el ejército y el Shabak durante el último año, y en las últimas semanas en la misma zona donde fue eliminado, redujeron progresivamente su radio de acción, lo que finalmente condujo a su muerte», declaró un portavoz del Ejército israelí.
Artículo publicado originalmente en The Epoch Times con el título «Hamas ha pianificato ogni dettaglio delle atrocità del 7 ottobre»
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