SALUD Y BIENESTAR

Hongos en las uñas de los pies: una infección persistente que afecta a 1 de cada 10 personas y señales a las que debe prestar atención

Más que un problema cosmético temporal, la infección podría empeorar gradualmente y extenderse por la uña
noviembre 26, 2025 8:58, Last Updated: noviembre 26, 2025 8:58
By Mercura Wang

Los hongos en las uñas de los pies son una infección común que afecta aproximadamente a 1 de cada 10 personas. Aunque no todos los casos requieren tratamiento, muchas personas la ignoran, al considerar que se trata solo de un problema estético. Sin embargo, retrasar la atención puede hacer que la infección empeore.

La infección es persistente y rara vez desaparece por sí sola, por lo que puede llegar a causar daño permanente a las uñas y otras complicaciones graves.

Ilustración de The Epoch Times, Shutterstock

¿Cuáles son los síntomas y las primeras señales de los hongos en las uñas de los pies?

La infección evoluciona de forma gradual: suele iniciarse en el borde y, con el tiempo, afectar a toda la lámina ungueal. Sus síntomas pueden aparecer en una o varias uñas de los pies e incluyen:

Decoloración de las uñas: el primer signo suele ser un cambio de color en una parte de la uña, a menudo amarillo, marrón o blanco, y en ocasiones naranja, negro verdoso o negro. Generalmente comienza en la punta de la uña y se extiende hacia la cutícula. Las uñas afectadas suelen sentirse blandas, secas y polvorientas.

Uñas quebradizas: Las uñas infectadas se vuelven frágiles y pueden partirse, agrietarse o presentar bordes erosionados.

Uñas engrosadas: las uñas afectadas pueden engrosarse y perder su brillo natural.

Manchas y hoyos: pueden aparecer manchas blancas escamosas y pequeños hoyos en la superficie de la placa ungueal.

Dolor: los hongos en las uñas no suelen ser dolorosos, pero en casos graves pueden dañar la uña y causar dolor. El calzado inadecuado puede empeorar el dolor.

Mal olor: los hongos que viven debajo o alrededor de la uña pueden causar mal olor. Cortar o limar la uña puede liberar los compuestos atrapados, haciendo que el olor sea más notorio.

Desprendimiento de la uña: si no se trata, el hongo puede penetrar más profundamente bajo la uña, alterando su forma y provocando que se levante o se separe, lo que puede favorecer la acumulación de residuos debajo. El desprendimiento puede causar inflamación y dolor en la piel alrededor del lecho ungueal.

Los hongos en las uñas no suelen requerir atención médica. Sin embargo, puede plantearse consultar a un médico si:

Hay sangrado, hinchazón o dolor alrededor de la uña o uñas afectadas.

El hongo se ha extendido más allá de la uña inicialmente afectada.

Tiene dificultad para caminar.

La infección no ha respondido al tratamiento.

Tiene diabetes, ya que las infecciones en los pies pueden agravarse y causar complicaciones en personas con esta afección.

Tiene un sistema inmunitario debilitado y es más vulnerable a las infecciones por hongos.

¿Qué causa los hongos en las uñas de los pies?

La infección por hongos en las uñas de los pies es causada por tres tipos de microorganismos: dermatofitos (que representan el 90 % de los casos), mohos y levaduras. Estos hongos prosperan en ambientes cálidos y húmedos; colonizan con facilidad la superficie de las uñas y también objetos de uso cotidiano —suelos de baño sin limpiar, toallas o cortaúñas—, lo que facilita el contagio. Con el tiempo, pueden alcanzar la matriz ungueal, la parte de la uña donde se produce el crecimiento de nuevo tejido.

1. Dermatofitos

Un dermatofito es un tipo de hongo que requiere queratina (una proteína estructural resistente que forma las uñas) para crecer. Prospera en la piel, el cabello y las uñas, donde se encuentran los tejidos queratinizados. Los dermatofitos se propagan a través de esporas fúngicas, que son unidades reproductivas diminutas y altamente resistentes que pueden sobrevivir durante largos periodos en el ambiente, lo que permite que la infección se propague por contacto directo con personas infectadas, animales o superficies contaminadas.

2. Mohos no dermatofitos

Este tipo representa entre el 8 % y el 10 % de los casos. Estos mohos suelen ser hongos inofensivos que viven en el ambiente, pero a veces pueden causar infecciones si penetran en las uñas.

3. Levaduras

La Candida albicans es la principal causa de este tipo de infección fúngica.

Otras infecciones fúngicas comunes, como el pie de atleta, la tiña inguinal y la tiña en el cuerpo o el cuero cabelludo, pueden propagarse a las uñas de los pies, provocando una infección fúngica en las uñas.

Cómo se transmiten los hongos en las uñas

Los hongos entran a través de pequeñas aberturas en las uñas de los pies o en la piel que las rodea, generalmente por contacto con una persona o un objeto infectado. Puede infectarse por:

Tocar hongos en las uñas o pie de atleta de alguien.

Caminar descalzo en lugares cálidos y húmedos como piscinas, vestuarios o duchas públicas.

Compartir toallas, calzado o utensilios para el cuidado de las uñas sin lavar que haya usado una persona infectada.

Tener pie de atleta, ya que los hongos pueden propagarse de la piel a las uñas.

Factores de riesgo

Cualquier persona puede desarrollar hongos en las uñas de los pies, pero ciertos hábitos, problemas de salud y exposiciones diarias pueden aumentar la probabilidad de padecerlos.

Uñas largas: las uñas largas o mal cortadas pueden facilitar la entrada de hongos.

Calzado ajustado: el calzado ajustado o que humedece los pies crea un ambiente perfecto para los hongos.

Esmalte de uñas muy espeso: el esmalte de uñas forma una capa sellada sobre las uñas, creando un ambiente ideal para la proliferación de hongos.

Lesiones en las uñas: es más probable contraer hongos en las uñas si se ha lesionado una uña, tiene un juanete (una protuberancia dolorosa en el lateral del dedo gordo del pie) o ha tenido una infección por hongos en las uñas en el pasado.

Exposición a infecciones: compartir objetos personales o tener contacto con personas con infecciones por hongos en las uñas de los pies puede provocar la infección.

Caminar descalzo: caminar descalzo en lugares públicos y húmedos aumenta el riesgo de contraer hongos.

Practicar deportes: las uñas de los pies pueden dañarse por el roce constante al practicar deportes como correr o por una lesión relacionada con el deporte. Los atletas también suelen compartir el baño con sus compañeros de equipo, lo que aumenta el riesgo de infección.

Antecedentes familiares: los hongos en las uñas pueden ser hereditarios, y vivir con familiares que los padecen aumenta el riesgo de infección.

Edad: los hongos en las uñas son poco comunes en niños, pero se vuelven más probables con la edad; aproximadamente la mitad de las personas mayores de 70 años los padecen, ya que el crecimiento de las uñas es más lento y las defensas frente a las infecciones son más débiles en esta etapa de la vida.

Tabaquismo: un metaanálisis de 2020 de 25 estudios con más de 18 000 personas reveló que los fumadores tenían un mayor riesgo de desarrollar enfermedades fúngicas invasivas, posiblemente porque el tabaquismo prolongado afecta la circulación y debilita el sistema inmunitario.

Afecciones cutáneas y médicas: tener hiperhidrosis (sudoración excesiva), psoriasis, cáncer, diabetes, mala circulación, enfermedad arterial periférica, obesidad, enfermedad inflamatoria intestinal o un sistema inmunitario debilitado por una infección por VIH puede aumentar la probabilidad de padecer hongos en las uñas.

¿Cómo se diagnostican los hongos en las uñas de los pies?

Un diagnóstico temprano y preciso mejora las posibilidades de curar los hongos en las uñas. Un médico suele diagnosticar los hongos en las uñas de los pies mediante un examen físico, pero también puede confirmarlo con análisis de laboratorio y otros procedimientos, como:

Dermatoscopia: una prueba de imagen de primer plano que muestra patrones como vetas blancas o amarillas, engrosamiento de la uña y cambios de color o textura. También puede ayudar a identificar el tipo específico de infección fúngica según la zona de la uña donde el hongo ha invadido la uña.

Muestras micológicas: una prueba que consiste en tomar recortes o raspaduras de la uña, generalmente de la parte más dañada, para buscar hongos al microscopio.

Prueba de cultivo fúngico: una prueba de laboratorio que cultiva el hongo a partir de una muestra de uña para identificar el organismo exacto que causa la infección. Se considera la prueba estándar, pero los resultados pueden tardar varias semanas.

Prueba de reacción en cadena de la polimerasa (PCR): una prueba que detecta el ADN fúngico directamente a partir de la muestra de uña. Es muy precisa y proporciona resultados mucho más rápido que una prueba de cultivo, pero también es más cara y no está disponible en todas partes.

¿Cuáles son los tratamientos para los hongos en las uñas de los pies?

El tratamiento es lento, porque las uñas están compuestas de queratina, que no absorbe fácilmente los medicamentos ni recibe irrigación sanguínea. Los resultados pueden tardar hasta un año.

1. Terapias orales

El tratamiento más eficaz para la infección por hongos en las uñas de los pies, especialmente en casos moderados a graves o en personas con diabetes, es la terapia antimicótica oral, como itraconazol o terbinafina, que puede eliminar la infección en el 55 % al 70 % de los pacientes en 10 meses, aunque entre el 15 % y el 20 % puede experimentar una recurrencia.

Estos medicamentos pueden afectar al hígado e interactuar con otros medicamentos, por lo que es necesario controlar la función hepática y tomar precauciones como evitar el alcohol y la exposición al sol.

2. Medicamentos tópicos con receta

Para los pacientes que no pueden o prefieren no usar antimicóticos orales, los tratamientos tópicos como efinaconazol, tavaborol y ciclopirox ofrecen una alternativa, especialmente para infecciones tempranas o superficiales. Algunos se aplican como esmalte de uñas y requieren una aplicación regular hasta por un año, con una tasa de curación de aproximadamente el 35 %. Limar la superficie de la uña ayuda a que el medicamento penetre mejor.

3. Medicamentos de venta libre

Los productos antimicóticos para uñas de venta libre pueden mejorar la apariencia de las uñas, pero generalmente no son efectivos para curar la infección por completo.

4. Avulsión química de la uña

Este es un método no quirúrgico para eliminar una uña dañada o infectada por completo mediante la aplicación de un agente químico, generalmente un ungüento de urea al 40 %, que ablanda la uña durante varios días. La urea penetra la queratina de la uña, descomponiendo su estructura hasta que la uña se vuelve blanda, flexible y fácilmente separable del lecho ungueal subyacente.

5. Terapia combinada

Usar un enfoque combinado, como aplicar antimicóticos tópicos recetados junto con medicamentos orales, recortar o limar regularmente la uña afectada o eliminarla químicamente, puede mejorar los resultados del tratamiento, ya que ataca el hongo desde múltiples ángulos y permite que los medicamentos penetren con mayor eficacia que la terapia sistémica por sí sola.

6. Extracción de la uña

Si aparece una veta amarilla en la uña, puede ser necesaria la extirpación quirúrgica de la parte afectada. En casos extremos, cuando los hongos en las uñas de los pies no responden al tratamiento, puede ser necesaria la extirpación quirúrgica completa de la uña.

7. Terapias avanzadas

Ha surgido una gama de terapias avanzadas basadas en tecnología que ofrecen opciones eficaces y, a menudo, curativas para los hongos persistentes o crónicos.

Terapia láser: la terapia láser infrarroja de doble longitud de onda y de dióxido de carbono fraccionado puede mejorar temporalmente la apariencia de las uñas, y su combinación con tratamientos tópicos mejora la eficacia general.

Terapia de plasma: un tratamiento que utiliza pulsos eléctricos para crear compuestos antifúngicos. Los estudios muestran tasas de curación del 70 al 90 % cuando se combina con limado de uñas o medicación.

Terapia fotodinámica: un tratamiento no invasivo que utiliza una combinación de una luz especial y un agente fotosensibilizante (una sustancia que se activa al exponerse a la luz) para atacar y destruir las células fúngicas en las uñas sin dañar el tejido circundante. Un metaanálisis publicado en agosto recoge mejoras de entre el 30 y el 90 % y tasas de curación de hasta el 100 % cuando se combina con tratamiento láser.

Iontoforesis: un procedimiento seguro, eficaz y económico que utiliza una corriente eléctrica suave para impulsar partículas ionizadas (como fármacos o anticolinérgicos) a través de la piel. Reduce la sudoración y mejora la administración de fármacos.

8. Raíz de serpiente

La raíz de serpiente es una hierba perenne venenosa. En un estudio de 2020 en pacientes con diabetes tipo 2 y onicomicosis, el tratamiento con un extracto de raíz de serpiente en un esmalte de uñas medicado logró una eficacia clínica de aproximadamente el 78,5 %, superando al ciclopirox, un medicamento de uso común. En un estudio de 2009, un extracto de raíz de serpiente al 16,8 % demostró una tasa de eficacia del 79 %.

9. Aceite de girasol ozonizado

Este aceite se crea mediante la infusión de aceite de girasol con gas ozono, que posee propiedades antimicrobianas y terapéuticas. En un estudio de 2011 con 400 participantes, el 90,5 % de los pacientes tratados con aceite de girasol ozonizado se curaron y el 9,5 % mostró una mejoría.

10. Laca de resina de coníferas natural

La resina de coníferas natural de la pícea común se ha utilizado tópicamente en Finlandia y Suecia durante siglos para tratar infecciones y heridas. En un estudio observacional de 9 meses, algunos pacientes que usaban laca de resina de abeto a diario no presentaron hongos al final de la prueba.

11. Vicks VapoRub

Vicks VapoRub, un supresor de la tos tópico, ha demostrado potencial como tratamiento alternativo para los hongos en las uñas de los pies, probablemente debido a sus ingredientes timol y alcanfor, ambos con propiedades antifúngicas. En un estudio de 2011, la aplicación diaria durante un año produjo una mejora significativa en el 83 % de los participantes, con una erradicación completa de los hongos en el 28 %.

Sin embargo, a pesar de buscar tratamiento para la infección por hongos en las uñas de los pies, la recurrencia es común, presentándose en entre el 5 % y el 50 % de los casos.

¿Cuáles son los enfoques naturales y de estilo de vida para los hongos en las uñas de los pies?

Las intervenciones naturales, como las modificaciones del estilo de vida y los baños de pies, pueden inhibir el crecimiento de hongos, reducir el riesgo de infección cruzada y complementar la eficacia de las terapias antimicóticas tópicas u orales estándar. Otras, como el propóleo de abeja, pueden ser tan eficaces como algunos medicamentos recetados para tratar los hongos en las uñas de los pies.

1. Cuidado de las uñas

Usar hábitos sencillos de cuidado diario de las uñas puede marcar una diferencia significativa en el control de los hongos en las uñas de los pies.

Recorte las uñas después del baño, cuando estén suaves, conservando su forma natural. Lime la placa ungueal suavemente con una lima de uñas y deseche la sección usada.

Evite rascarse la piel alrededor de las uñas.

Evite usar esmalte de uñas y uñas postizas sobre uñas infectadas.

Realice un desbridamiento ungueal periódico para ayudar a controlar la infección fúngica grave en las uñas de los pies y reducir las complicaciones en pacientes que no pueden o deciden no usar tratamientos antimicóticos sistémicos o tópicos.

Además de los consejos anteriores, mantenga siempre las uñas, las manos, los pies, los calcetines y los zapatos limpios y secos. Lávese las manos después de tocarse los pies. Asegúrese de secarlos completamente después del baño y antes de ponerse los zapatos y los calcetines. Cámbiese los calcetines con frecuencia y elija calcetines secos que absorban la humedad. Evite andar descalzo en lugares públicos y use aerosoles o polvos antimicóticos en los pies y dentro de los zapatos.

2. Baños de pies

Se pueden usar varios artículos domésticos para preparar baños de pies para las infecciones por hongos en las uñas de los pies:

Listerine: los enjuagues bucales poseen actividad antifúngica. Listerine contiene aceites esenciales beneficiosos como mentol, timol, salicilato de metilo y eucaliptol, además de alcohol, por lo que puede actuar como desinfectante para tratar casos leves de hongos en las uñas de los pies. Remojar los pies en una mezcla 1:1 de Listerine y agua durante unos 45 a 60 minutos puede ser un remedio casero para la infección.

Sal de Epsom: un baño de pies con sales de Epsom (usando una taza de sales de Epsom en agua tibia o caliente y remojando durante unos 20 minutos) puede ayudar a extraer la humedad, haciendo que el ambiente sea menos propicio para los hongos, a la vez que alivia la picazón y el ardor.

Vinagre blanco: el vinagre blanco tiene propiedades antifúngicas y antibacterianas naturales que pueden ayudar a eliminar los hongos. Para usarlo, mezcle vinagre y agua tibia en una proporción de 1:2, revuelva bien y sumerja el pie o los pies afectados en la solución.

Bicarbonato de sodio: Un estudio de 2013 reveló que el bicarbonato de sodio mostró una potente actividad antifúngica, inhibiendo por completo el crecimiento de hongos en el 79 % de las muestras de uñas y piel infectadas y reduciéndolo en un 17 %. Se puede preparar una mezcla añadiendo 1/4 de taza de bicarbonato de sodio a un recipiente pequeño con agua tibia y remojando los pies en la solución durante 20 a 30 minutos.

3. Propóleo de abeja

En un estudio de 2018, 16 personas con hongos en las uñas de los pies que no habían usado medicamentos antimicóticos aplicaron dos gotas de una solución de propóleo de abeja al 10 % en las uñas afectadas dos veces al día durante seis meses. Alrededor del 56 % se curó por completo y alrededor del 31 % presentó cierta mejoría. El propóleo no solo combate los hongos, sino que también penetra profundamente en la uña. Su naturaleza pegajosa ayuda a que permanezca en la uña por más tiempo, lo que permite una mejor absorción.

4. Ciertos alimentos y bebidas

Mantener un intestino sano puede ayudar a prevenir los hongos en las uñas de los pies al fortalecer el sistema inmunitario. Consumir alimentos fermentados como yogur, kéfir y col fermentada, junto con otros alimentos integrales saludables, promueve la salud intestinal. También es importante mantenerse bien hidratado. Limitar el consumo de azúcar, carbohidratos refinados y alcohol puede prevenir el crecimiento excesivo de levaduras que pueden contribuir a las infecciones por hongos.

¿Cómo afecta la mentalidad a los hongos en las uñas de los pies?

La mentalidad por sí sola no cura directamente los hongos en las uñas de los pies, ya que se trata de una infección biológica causada por hongos. Sin embargo, la actitud mental puede afectar indirectamente la evolución de la infección de varias maneras:

Adherencia al tratamiento: las personas con una mentalidad positiva y proactiva tienen mayor probabilidad de adherirse a los tratamientos a largo plazo, lo cual es fundamental, porque los hongos en las uñas de los pies suelen tardar meses en curarse.

Estrés y función inmunitaria: el estrés crónico puede debilitar el sistema inmunitario, lo que podría dificultar que el cuerpo combata las infecciones fúngicas. Una mentalidad tranquila y optimista puede ayudar a que el sistema inmunitario funcione con mayor eficacia.

¿Cómo puedo prevenir los hongos en las uñas de los pies?

Dado que las infecciones por hongos en las uñas de los pies son difíciles de erradicar, la prevención es la estrategia más eficaz. Además de los consejos de autocuidado, las siguientes medidas también pueden ayudarle a prevenir los hongos en las uñas de los pies y su reaparición:

Mantenga la piel y las uñas secas: la piel y las uñas secas son menos propensas a infecciones, y usar polvos para el cuidado de la piel después del baño puede ayudar.

Elija calzado transpirable: use sandalias o zapatos amplios y transpirables y déjelos ventilar 24 horas antes de volver a usarlos.

Use zapatos de materiales naturales o de malla para permitir la circulación del aire. Rocíe los zapatos con desinfectante y déjelos secar completamente antes de usarlos.

Use calcetines limpios: use siempre calcetines y cámbielos si sus pies se humedecen o sudan.

Proteja sus pies en áreas públicas húmedas: use sandalias de ducha en los vestuarios y déjelas secar entre usos.

Busque una pedicura profesional de forma segura: si recibe una pedicura profesional, asegúrese de que las herramientas estén correctamente esterilizadas.

¿Cuáles son las posibles complicaciones de los hongos en las uñas de los pies?

Las infecciones por hongos en las uñas de los pies a menudo se consideran un problema estético, pero pueden causar graves problemas de salud:

Estigma social: los hongos en las uñas de los pies pueden ser vergonzosos y hacer que las personas se sientan cohibidas en situaciones sociales.

Úlceras en los pies: los hongos en las uñas de los pies pueden causar úlceras en los pies en personas con diabetes.

Uñas dañadas: si no se tratan, la infección puede causar deformación o daño total de las uñas.

Dolor intenso: el dolor intenso puede afectar la movilidad.

Paroniquia: los hongos en las uñas de los pies pueden causar paroniquia, una infección de la piel que rodea la uña.

Celulitis: la celulitis es una infección bacteriana grave que afecta las capas más profundas de la piel. Puede ocurrir cuando la piel dañada alrededor de la uña permite la entrada de bacterias y causa una infección, especialmente en personas mayores.

Osteomielitis: la infección puede alcanzar el hueso debajo de la uña, provocando osteomielitis.

Sepsis: si la infección se propaga al torrente sanguíneo, puede desencadenar sepsis, una respuesta generalizada del organismo potencialmente mortal.

Artículo publicado originalmente en The Epoch Times con el título «Toenail Fungus: A Stubborn Infection Affecting 1 in 10 People–Signs to Watch For».

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