Pedro Urruchurtu: «Zapatero fue soporte y oxígeno del régimen criminal en sus momentos de mayor debilidad»

El opositor venezolano pasó un año en la Embajada de Argentina donde se refugió junto a cuatro personas más durante el proceso electoral de julio de 2024

Por Sayde Chaling-Chong García
11 de septiembre de 2025 18:49 Actualizado: 11 de septiembre de 2025 19:08

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El coordinador de Relaciones Internacionales de Vente Venezuela, Pedro Alejandro Urruchurtu Noselli (1990), se encuentra actualmente en los Estados Unidos después de una espectacular fuga de la residencia de la embajada argentina en Caracas. Allí tuvo que refugiarse junto a sus compañeros en medio del proceso electoral de 2024, cuando la tiranía de Nicolás Maduro inició una persecución implacable contra los principales dirigentes de Vente Venezuela, con el objetivo de aislarlos y destruirlos políticamente, justo en el momento en que Edmundo González lideraba la voluntad de los venezolanos en las urnas.

Durante más de un año, Urruchurtu y sus compañeros permanecieron en condiciones paupérrimas: sin electricidad, sin acceso a medicamentos y sometidos a carencias extremas por orden directa del régimen, que buscaba doblegarlos. Finalmente, gracias a una operación de alto riesgo organizada por el Departamento de Estado de los Estados Unidos, lograron salir de Caracas y llegar a territorio norteamericano.

En esta entrevista exclusiva, Pedro Urruchurtu habla sin tapujos sobre el régimen, sus cómplices y el futuro de Venezuela, poniendo especial énfasis en los actores internacionales que —como José Luis Rodríguez Zapatero— han servido de soporte y oxígeno a la tiranía venezolana, y advirtiendo que habrá consecuencias para quienes decidieron ponerse del lado del opresor en lugar de defender la democracia.

Pregunta: ¿Cómo estás, Pedro?

Sr. Urruchurtu: Muy bien. Enfocado en el trabajo, haciendo lo que hay que hacer y muy consciente del desafío por delante. Trabajo mucho, hablo con mucha gente. En lo personal, tranquilo y expectante.

Pregunta: Para quienes no te conocen, ¿quién es Pedro Urruchurtu?

Sr. Urruchurtu: Soy politólogo, egresado de la Universidad Central de Venezuela. Trabajo con María Corina Machado desde hace más de diez años. Actualmente estoy al frente de Relaciones Internacionales de Vente Venezuela y del Comando Con Venezuela, encargado de la estrategia opositora en la campaña del 28 de julio y en todo el proceso posterior. Básicamente, ese es mi trabajo: articular con el mundo.

Pregunta: ¿Qué momento te llevó a dar este paso?

Sr. Urruchurtu: Siempre he visto la política como un acto de legítima defensa: si no te ocupas de ella, la política se mete contigo. A mí me marcó la reacción en mi casa cuando ganó Chávez en 1998. Tenía ocho años y recuerdo ese silencio sepulcral, la sensación de que algo malo había pasado. Desde entonces, la preocupación nunca se fue.
Con Chávez todo se politizó. Eso me llevó a involucrarme más, hasta que en 2007, ya en la universidad, coincidió mi ingreso con el cierre de RCTV y la reforma constitucional. Ese momento me definió. Iba a estudiar Biología, pero algo me hizo entrar en Ciencias Políticas… y aquí estoy.


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Pregunta: ¿La política es el centro de la vida de la gente, incluso para los que no participan?

Sr. Urruchurtu: Sí, porque ahí se toman las decisiones que afectan a todos. El que cree que no le toca se equivoca: la política lo afecta todo. Los regímenes socialistas dicen «no se preocupen, nosotros nos ocupamos», y así terminan arrebatando la libertad.

La política debe tratarnos como adultos. La libertad exige responsabilidad. No hay libertad sin responsabilidad. Eso lo hemos aprendido en Venezuela: el cambio también depende de lo que cada ciudadano haga en lo individual.

Pregunta: ¿Por qué tuviste que refugiarte en la Embajada de Argentina?

Sr. Urruchurtu: En marzo de 2024, en plena campaña, el régimen fue contra todo el equipo directo de María Corina. Mientras secuestraban a Henry Alviárez y Dignora Hernández, el fiscal nos acusaba en televisión de terrorismo, conspiración, traición a la patria, legitimación de capitales… todos los delitos posibles. Nuestra suerte habría sido la misma.

Corrimos a refugiarnos en la embajada argentina. Gracias al presidente Milei y al encargado de negocios Gabriel Volpi, nos dieron refugio inmediato. Pasamos allí 15 meses. No fue asilo: fue un secuestro disfrazado, una prisión domiciliaria.

Pregunta: ¿Hubo intentos de allanamiento?

Sr. Urruchurtu: Sí, varios. Nos rodeaban y nos hacían sentir que podían entrar en cualquier momento. Pasamos sin luz, sin comida, sin agua. En algunos momentos tuvimos que beber agua de la piscina para sobrevivir, aunque estaba en mal estado porque, al no haber electricidad, las bombas dejaron de funcionar y el agua se descomponía.

La embajada argentina estaba en una zona rodeada por la embajada de Rusia, la de Corea del Norte y la de Bolivia. En diciembre de 2024, el régimen tomó la casa de al lado. El 13 de ese mes, hombres armados se dejaron ver con rifles de asalto, apuntando hacia nosotros desde esa casa ocupada. Ese día entendimos que el régimen estaba dispuesto a todo.


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Pregunta: ¿Temiste por tu vida y la de tus compañeros?

Sr. Urruchurtu: Más que miedo, asumimos que la muerte era una posibilidad real. Eso nos llevó a decidir: era mejor arriesgarse a escapar que esperar la muerte segura dentro.

El miedo nunca desaparece, pero aprendimos a transformarlo en motor. Escapar implicaba un riesgo enorme, incluso morir en el intento, pero al menos ofrecía una posibilidad de libertad. Quedarnos era aceptar un futuro oscuro. Y al final, escapamos.

Pregunta: ¿Qué opinas de la presencia militar de Estados Unidos en el Caribe?

Sr. Urruchurtu: No puedo especular sobre su alcance. Lo que está claro es que Estados Unidos asumió a Venezuela como un problema de seguridad nacional. Identificaron al régimen como parte activa del narcotráfico a través del cartel de los soles.

Enfrentamos un régimen criminal. Para cobrar la victoria del 28 de julio y reconstruir el país hay que desmantelar ese sistema. Mientras más rápido logremos la libertad, más vidas salvaremos.

En Venezuela ya no hay punto medio: o estás con la democracia o con el sistema criminal, la ingenuidad frente al régimen se acabó.

Pregunta: ¿Qué pasa con algunas organizaciones de derechos humanos que parecen ponerse del lado del régimen?

Sr. Urruchurtu: Hoy ya no hay puntos medios: o estás con la democracia o con un sistema criminal. Ya no hay ingenuidad posible. Cada quien decide de qué lado está, y la historia será implacable con los que se pusieron del lado equivocado.

Pregunta: ¿Y sobre José Luis Rodríguez Zapatero?

Sr. Urruchurtu: Zapatero ha sido soporte y oxígeno del régimen criminal en sus momentos de mayor debilidad. Ha actuado en favor de sus intereses y lo ha fortalecido. Su complicidad es evidente.

Estados Unidos ya lo señala como un actor que debe investigarse judicialmente. La historia será implacable con quienes decidieron sostener a la tiranía.

Pregunta: ¿Ves a Edmundo González en Miraflores?

Sí. Es el presidente electo y trabajamos para que ejerza su mandato. Pero para eso hay que desmantelar el aparato criminal.
La reinstitucionalización del país pasa por Fuerzas Armadas profesionales, diplomacia al servicio del Estado y el regreso de Venezuela a Occidente, tras las alianzas perversas del régimen.

Pregunta: ¿Qué opinas de un bloque geopolítico hispanoamericano?

Sr. Urruchurtu: Así como las tiranías cooperan en red, quienes compartimos valores debemos trabajar juntos. La hispanidad ofrece una gran oportunidad de unión en torno a proyectos comunes y acciones conjuntas frente a un mundo desafiante.

Pregunta: ¿Cuánto tiempo tomará revertir el daño del comunismo?

Sr. Urruchurtu: No se puede poner fecha porque no conocemos toda la magnitud del daño. Lo que sí sabemos es que debemos acelerar la reconstrucción desde cimientos libres y republicanos.

La gente ya rechaza las ideas que los condenaron a la miseria. Eso nos da una gran oportunidad para resurgir rápido.

Pregunta: ¿Habrá acciones contra los aliados del chavismo, como Cuba, Nicaragua o China?

Una Venezuela libre asumirá como prioridad apoyar a pueblos oprimidos como Cuba y Nicaragua. En el caso de China, señalado como un aliado clave del chavismo en el sostenimiento de la tiranía, también habrá que revisar la magnitud de esas relaciones. La justicia internacional tendrá que hablar. Cuando se conozca la profundidad de esas complicidades, se entenderá lo que realmente pasó.

Pregunta: Un mensaje final para los venezolanos

Sr. Urruchurtu: Confianza. Confianza en el liderazgo, en la estrategia y en la organización. Este proceso es complejo y exige responsabilidad, pero estamos avanzando.

No es un asunto de fechas, sino de urgencia. Estamos comprometidos hasta el final, porque ninguno de nosotros será libre hasta que Venezuela lo sea.

Las opiniones expresadas en este artículo son propias del autor y no necesariamente reflejan las opiniones de The Epoch Times

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