Siete estrategias eficaces de los grandes filósofos para lograr una vida feliz

«Solo los más sabios y los más estúpidos no pueden cambiar» (Confucio, c. 551 a. C.–479 a. C.)

Por Jon Miltimore
8 de diciembre de 2025 20:05 Actualizado: 8 de diciembre de 2025 20:05

Hace 15 años perdí mi trabajo. El momento no podía haber sido peor. Mi esposa y yo acabábamos de comprar nuestra primera casa juntos y estábamos esperando a nuestro primer hijo.

Como editor de una pequeña publicación, me negué a retirar una información cuya difusión era inminente sobre los cuestionables negocios de un político prominente. Dar marcha atrás habría sido fácil, pero no podía conciliarlo con mi conciencia. Sabía que era incorrecto. Así que preparé una carta de renuncia, con la esperanza de no tener que utilizarla. Pero ese momento llegó.

Perder el trabajo rara vez es una experiencia satisfactoria, pero para mí lo fue. Por un lado, pronto comprobé que aquel paso resultó muy beneficioso para mi carrera. Y, lo que es más importante, había defendido algo. Una vez superado el dolor inicial, eso me llenó de orgullo.

1. Hacer lo correcto

Aunque no lo percibí en aquel momento, este episodio fue crucial para el desarrollo de mi carácter. El gran pensador romano Cicerón (106 a. C. – 43 a. C.) escribió en De officiis (Sobre las obligaciones) que hacer lo correcto, sin importar las consecuencias, es parte esencial de la virtud. Escribió: «Quien sacrifica su deber por conveniencia es como quien corta el mástil de su barco para escapar de una tormenta».

«Se salva por un momento, pero naufraga para siempre».

La enseñanza es clara: manténgase firme en sus principios en las cuestiones importantes, aunque tenga un coste personal.

A continuación encontrará seis estrategias más, procedentes de grandes filósofos, que pueden ayudarle a construir una vida más lograda.

2. Domine su vida interior, no la de los demás

Platón (428 a. C.–347 a. C.) dijo una vez que «la primera y mayor victoria es conquistarse a uno mismo». El filósofo griego consideraba «lo más vergonzoso y vil» dejarse arrastrar por los propios deseos.

Quinientos años después, Epicteto exhortó a las personas a dirigir su energía hacia el interior. Creía que la felicidad proviene de moderar los deseos y elegir placeres que no esclavizan. Veía este camino como una vía hacia la libertad, tanto interior como exterior. Después de todo, una persona que se domina a sí misma no puede ser dominada fácilmente por otros.

Hoy en día, muchas personas concentran su energía en cambiar el mundo mientras descuidan su propia vida interior. Es un error. Primero, conquístese a sí mismo. Y recuerde: no es tan sencillo como parece.

C. S. Lewis escribió en Mero cristianismo: «Nadie sabe lo malo que es hasta que se ha esforzado profunda y sinceramente por ser bueno».

Relajación activa y cultivo de la vida interior: una mujer medita el 7 de noviembre de 2023 en Kiev, Ucrania. Oleksii Pidsosonnyi/The Epoch Times

3. Valore y disfrute el trabajo

Muchos pensadores posmodernos presentan el trabajo como algo degradante, coercitivo y alienante.

Esta no es solo una visión desoladora del trabajo; es una visión falsa. Muchos de nosotros hemos experimentado no solo los frutos materiales del trabajo (un sueldo), sino también la satisfacción menos tangible que proporciona. De joven trabajé de camarero, techador y recolector de basura: empleos que algunos podrían calificar de degradantes o «explotadores». No pretendo idealizarlos; eran duros, pero de cada uno obtuve algo más que dinero. El trabajo, con la actitud adecuada, es uno de los caminos más seguros hacia la superación personal. También forma parte de la naturaleza humana cuando se realiza de forma voluntaria.

«Es el deseo natural de todo hombre mejorar sus circunstancias cuando tiene la seguridad de disfrutar del fruto de su propio trabajo», observó el filósofo Adam Smith en La riqueza de las naciones.

Smith reconoció la dignidad y la independencia que proporciona el trabajo. Crear valor forja el carácter y la comunidad, y es una de las expresiones más auténticas de la libertad humana.

Todo trabajo es importante y puede ser gratificante: una camarera sirve comida a los clientes en un restaurante. Foto: DGLimages/iStock

4. Siga su propio destino

Oscar Wilde comentó una vez: «El altruismo consiste en dejar la vida de los demás en paz, sin interferir en sus asuntos».

Esta cita sitúa al individuo en el lugar que le corresponde y recuerda algo esencial: usted es el responsable de su vida. No el grupo. No el Estado. En una sociedad libre, los individuos deciden qué quieren y qué valoran. Esto no es egoísmo; es un bien social.

El filósofo John Stuart Mill observó que una sociedad prospera cuando las personas tienen libertad para elegir sus propias acciones y perseguir sus propios sueños.

«En la medida en que cada persona desarrolla su personalidad, se vuelve más valiosa para sí misma y, por lo tanto, capaz de ser más valiosa para los demás», escribió Mill en Sobre la libertad.

Elegir el propio camino —«la búsqueda de la felicidad», como tan acertadamente lo expresó Thomas Jefferson— es fundamental para la dignidad y el desarrollo humanos. No permita que nadie más trace su rumbo: elija usted mismo, hágalo con sabiduría y asuma la responsabilidad que conlleva esa libertad.

5. La virtud como forma de vida, especialmente la humildad

Aristóteles creía que la virtud no era algo que los gobernantes pudieran imponer. Requería una elección. También sostenía que la virtud se demuestra y se desarrolla a través de nuestras acciones.

«Nos volvemos justos haciendo lo justo, moderados haciendo lo moderado, valientes haciendo lo valiente», escribió el filósofo en la Ética a Nicómaco.

Hoy en día existe mucha confusión sobre la virtud. Muchos intentan hacernos creer que nuestras convicciones nos hacen virtuosos. ¡Qué disparate! La virtud se adquiere. No nos volvemos virtuosos por estar convencidos de algo, sino por practicarlo.

Por eso conviene aplicarse a las cuatro virtudes cardinales: prudencia, justicia, valentía y templanza, sin olvidar la humildad, a la que san Agustín llamó «el fundamento de todas las demás virtudes».

6. Enfrentarse a la muerte conduce a una vida más plena

El filósofo romano Séneca (4 a. C.–65 d. C.) dijo que la tragedia de la vida no es que sea corta, «sino que desperdiciamos gran parte de ella. (…) Por eso debemos prepararnos para la muerte cada día».

Estas palabras pueden sonar macabras, pero encierran un buen consejo. Es fácil olvidar que la muerte forma parte de la vida. No solo perdemos a seres queridos por el camino; nosotros también dejaremos esta tierra.

En la revista First Things, el cineasta Caylan Ford escribió sobre el valor de afrontar esta realidad: «La conciencia de la muerte nos humilla en nuestra vanidad, nuestra arrogancia y nuestro desprecio por los demás. Elimina cualquier ilusión de que tenemos control sobre nuestro destino».

Como muchos pensadores griegos, el emperador romano Marco Aurelio consideraba irracional temer a la muerte, a la que veía como lo más natural del mundo. Platón, por su parte, cuenta que Sócrates, pese a su injusta sentencia de muerte, se dirigió con alegría hacia la tumba.

«Creo que un hombre que ha dedicado su vida a la filosofía probablemente tiene razón al afrontar la muerte con alegría», afirma Sócrates en el Fedón de Platón.

Al enfrentarnos a la muerte y aceptarla, aprendemos a vivir con mayor plenitud y sabiduría.

Un momento de felicidad familiar: padres e hijos disfrutan de una comida relajada en casa. Foto: Organic Media/iStock

7. Cómo se levanta por la mañana determina su día

Mi pastor me dijo que lo primero que hace por la mañana es arrodillarse y orar. He intentado adoptar este hábito, pero con poco éxito. Comparto esta anécdota por una razón concreta: todos conocemos la expresión «levantarse con mal pie», y no es casual. Importa tanto el cómo como el cuándo nos levantamos.

Es un tópico, pero madrugar es importante. Levantarse temprano se asocia con beneficios claros, entre ellos un menor riesgo de depresión. Y, sin embargo, la manera en que iniciamos el día es casi tan decisiva como la hora a la que lo hacemos.

Marco Aurelio lo consideraba tan relevante que se preparaba para ello a diario. En sus Meditaciones escribió: «Al despertarte por la mañana, dite a ti mismo: “Las personas con las que trataré hoy serán entrometidas, ingratas, arrogantes, deshonestas, celosas y hoscas”». Y añadía: «Son así porque no pueden distinguir entre el bien y el mal».

Todos necesitan dormir, pero la disciplina de levantarnos cada mañana y entregarnos al día con mente y espíritu es esencial. Como padre de tres hijos, puedo dar fe de que estar presente para ellos por la mañana —prepararles el desayuno, ayudarles a vestirse y dejarles listos para su jornada— es clave para el buen funcionamiento de una familia.

Artículo publicado originalmente en The Epoch Times con el título «7 wirkungsvolle Strategien: Was die großen Philosophen noch über Lebensglück wussten».

Cómo puede ayudarnos a seguir informando

¿Por qué necesitamos su ayuda para financiar nuestra cobertura informativa en España y en todo el mundo? Porque somos una organización de noticias independiente, libre de la influencia de cualquier gobierno, corporación o partido político. Desde el día que empezamos, hemos enfrentado presiones para silenciarnos, sobre todo del Partido Comunista Chino. Pero no nos doblegaremos. Dependemos de su generosa contribución para seguir ejerciendo un periodismo tradicional. Juntos, podemos seguir difundiendo la verdad.