Aunque los árboles aún no han revelado todos sus misterios, algunos de sus secretos ya han sido expuestos, incluso recientemente. En un estudio de su comportamiento en el marco de una investigación científica durante un eclipse se reveló que —en tales casos— para garantizar su supervivencia, los árboles comparten sus conocimientos entre sí.
Un fascinante estudio, realizado por un equipo internacional de investigadores de la Southern Cross University (SCU por sus siglas en inglés) de Australia y del Instituto Italiano de Tecnología (IIT por sus siglas en inglés), revela que los árboles más antiguos transmiten señales a los más jóvenes para advertirles de la llegada de un eclipse, lo que les permite prepararse.
Los científicos llevaron a cabo su investigación en los abedules del bosque de Costa Boche, en los Dolomitas, Italia. El estudio fue publicado en la página web Royal Society Open Science (Científicos de la Real Sociedad) el pasado 30 de abril y difundido por la revista Geo.
Se ponen en estado de alerta para protegerse de las perturbaciones
El estudio ha demostrado que los abedules se comunican entre sí a través de su sistema electromagnético —una red de comunicación eléctrica presente en todos los seres vivos— para avisar a sus congéneres en caso de perturbaciones ambientales.
Incluso antes de que se produzca un eclipse, los árboles reaccionan.
Para observar este fenómeno, los investigadores utilizaron una red de sensores de baja potencia, calibrados para registrar en tiempo real estas señales invisibles. Al afinar sus investigaciones, descubrieron que los árboles más viejos de la red forestal habían sido los primeros en emitir la señal de alerta.
En su funcionamiento normal —especialmente para transportar nutrientes y regular el agua— las plantas dependen en gran medida de la alternancia entre el día y la noche. Por ello, se ven muy alteradas cuando se produce un eclipse solar, ya que este trastoca su funcionamiento e incluso «afecta de forma duradera a su salud», indicaron los investigadores.
Gracias a esta transmisión de señales bioeléctricas, los árboles pueden entrar en estado de reposo y protegerse así de estas perturbaciones.
«La importancia crucial de la protección de los bosques antiguos»
Según la profesora Monica Gagliano, de la Universidad del Sur de California, este estudio demuestra que las respuestas anticipadas y sincronizadas observadas son «esenciales para comprender cómo se comunican y se adaptan los bosques, revelando una nueva capa de complejidad en el comportamiento de las plantas», tal y como relata en el sitio web New Atlas.
Para ella, el hecho de que los árboles más viejos reaccionen primero «dice mucho sobre su papel como banco de memoria de los acontecimientos ambientales del pasado».
«Este descubrimiento subraya la importancia crucial de proteger los bosques antiguos, que sirven de pilares para la resiliencia de los ecosistemas al preservar y transmitir conocimientos ecológicos inestimables», señala la investigadora.
Esta sincronización dinámica, que era «desconocida hasta ahora», no se basa «en intercambios de materia entre los árboles», según el profesor Alessandro Chiolerio, del IIT.
«Ahora vemos el bosque no como una simple colección de individuos, sino como una orquesta de plantas perfectamente sincronizadas entre sí», concluye Chiolerio.
Artículo publicado originalmente en The Epoch Times Francia con el título «Une étude révèle le rôle protecteur des vieux arbres envers les jeunes en cas de danger»
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