Nicolas Sarkozy condenado en el caso Bygmalion: los otros casos que pesan sobre el expresidente

La condena de Nicolas Sarkozy en el caso Bygmalion ya es firme, lo que añade una segunda sentencia penal a su historial. Sin embargo, el expresidente está lejos de haber dejado atrás sus problemas con la justicia: los procedimientos descritos siguen abiertos y continúan pesando sobre su futuro judicial

Por Etienne Fauchaire
27 de noviembre de 2025 10:20 Actualizado: 27 de noviembre de 2025 10:20

El mazazo se ha consumado. El miércoles 26 de noviembre, el Tribunal de Casación rechazó el recurso presentado por Nicolas Sarkozy en el caso Bygmalion y declaró firme la condena del exjefe de Estado. Se trata de la segunda condena penal inscrita en su historial judicial, tras la dictada en el caso de las escuchas telefónicas de «Bismuth».

En las próximas semanas, Nicolas Sarkozy deberá comparecer ante el juez de aplicación de penas, quien determinará las modalidades de cumplimiento de esta nueva condena.

El 14 de febrero de 2024, el Tribunal de Apelación de París condenó al expresidente a un año de prisión, de los que seis meses eran de cumplimiento efectivo, por financiación ilegal de su campaña presidencial de 2012, que perdió. La sentencia dispuso que la parte privativa de libertad se cumpliera bajo arresto domiciliario con un brazalete de vigilancia electrónica.

El caso Bygmalion se originó por el incremento explosivo del gasto de campaña durante las elecciones presidenciales de 2012: en aquella cita se gastaron casi 43 millones de euros, muy por encima del límite legal de 22,5 millones. Para ocultar ese desembolso desmesurado se puso en marcha un sistema de doble facturación. Gran parte de los gastos de los mítines se cargó artificialmente a la UMP (rebautizada Les Républicains en 2015) mediante acuerdos ficticios.

Sin embargo, Nicolas Sarkozy no fue procesado por su participación en esta trama de facturas falsas, a diferencia de otros investigados en el caso, sino en calidad de beneficiario de la financiación irregular como candidato.

En diciembre de 2024, el Tribunal de Casación, que se pronuncia sobre la aplicación de la ley y no sobre el fondo de los asuntos, confirmó asimismo otra condena de un año de prisión contra Nicolas Sarkozy, igualmente susceptible de cumplirse bajo arresto domiciliario con brazalete electrónico, por corrupción y tráfico de influencias en el caso de las escuchas telefónicas «Bismuth».

Implicado en numerosos escándalos políticos y financieros durante la última década, Nicolas Sarkozy está lejos de haber puesto fin a sus problemas con la justicia. Aunque varias investigaciones han terminado en sobreseimiento, en particular los casos Bettencourt, Tapie y Karachi, otros procedimientos siguen abiertos.

Financiación libia de la campaña de 2007: juicio de apelación previsto para marzo de 2026

En la causa sobre la financiación libia de su campaña presidencial de 2007, Nicolas Sarkozy fue condenado en primera instancia, el 25 de septiembre, a cinco años de prisión firme, con orden de detención inmediata y una multa de 100 000 euros. El expresidente recurrió de inmediato, recurso que suspende la ejecución definitiva de la condena, pero no su ingreso inmediato en prisión.

Declarado culpable por el Tribunal Correccional de París de permitir a sabiendas que su personal solicitara fondos ilícitos al régimen de Muamar el Gadafi para financiar su victoriosa campaña de 2007, Nicolas Sarkozy fue encarcelado en la prisión de La Santé. Pasó tres semanas allí antes de ser puesto en libertad con medidas cautelares el 10 de noviembre, anunciando en esa ocasión la publicación de un nuevo libro, Journal d’un prisonnier (Fayard), para el 10 de diciembre. Su juicio de apelación se celebrará del 16 de marzo al 3 de junio de 2026.

Retractación de Ziad Takieddine: acusado de soborno de testigos

Este procedimiento deriva del brusco cambio de versión de Ziad Takieddine, figura central en la presunta financiación libia de la campaña presidencial de 2007. Durante casi una década, el empresario franco-libanés acusó al exjefe de Estado de haber recibido varios millones de euros en efectivo del régimen de Muamar el Gadafi, pero el 11 de noviembre de 2020, para sorpresa general, declaró en BFMTV y en la revista Paris Match que Sarkozy «no recibió ni un céntimo».

Este giro, tras años de acusaciones reiteradas, ha desconcertado a los investigadores. Los jueces de instrucción han sacado a la luz una serie de viajes, contactos e intermediarios franco-libaneses que podrían haber influido en esta retractación pública. Sospechan de la existencia de un plan coordinado para obtener de Takieddine una declaración exculpatoria para Sarkozy, en un momento clave para la estrategia de defensa del expresidente.

En mayo de 2021, se abrió una investigación judicial sobre las circunstancias que rodearon la organización de esta entrevista, en medio de sospechas de soborno de testigos. El 5 de junio de 2021, Michèle Marchand, conocida como «Mimi» Marchand, figura destacada de la prensa del corazón y cercana al matrimonio Sarkozy, fue imputada y quedó sometida a medidas cautelares, en particular por «soborno de testigos».

En los meses siguientes se imputó a varias personas más: Arnaud de la Villesbrunne, exdirector de Publicis; Pierre Reynaud, empresario fallecido en mayo de 2023; Noël Dubus, intermediario ya condenado por fraude, y David Layani, empresario.

Todos son sospechosos de haber participado, de distintas formas, en un intento de obtener de Ziad Takieddine, a cambio de una compensación, la retirada de sus acusaciones contra Nicolas Sarkozy. Los investigadores tratan asimismo de determinar si el exjefe de Estado dio su consentimiento o respaldo a esta operación.

En octubre de 2023, el propio Nicolas Sarkozy fue imputado por encubrimiento vinculado al soborno de testigos y por asociación ilícita para preparar, en grupo organizado, una estafa procesal. En julio de 2024, su esposa, Carla Bruni-Sarkozy, también fue imputada por «encubrimiento vinculado al soborno de testigos» y «participación en una asociación ilícita para cometer, en grupo organizado, fraude en procedimientos judiciales». Quedó igualmentesometida a medidas cautelares.

Sarkozy niega categóricamente cualquier implicación, califica el asunto de «absurdo» y denuncia una persecución judicial. Ziad Takieddine, figura clave en este extenso caso, falleció el pasado septiembre, 48 horas antes del anuncio de la primera condena de Nicolas Sarkozy en el asunto de la financiación libia.

Asunto ruso (Reso-Garantia): investigación preliminar

En verano de 2020, la Fiscalía Nacional Financiera francesa (PNF) abrió una investigación preliminar contra Nicolas Sarkozy por presunto tráfico de influencias. La pesquisa se centra en los pagos recibidos por el expresidente de la República procedentes de Reso Garantia, una importante aseguradora rusa controlada por dos multimillonarios de origen armenio, Sergei y Nikolai Sarkissov.

Según información obtenida por Mediapart, Nicolas Sarkozy presuntamente firmó en 2019 un contrato plurianual por un importe total de 3 millones de euros. El mismo medio señala que, a principios de 2020, se le abonó un primer tramo de 500 000 euros en una cuenta abierta en el banco Edmond de Rothschild.

La investigación busca determinar si Nicolas Sarkozy intervino ante autoridades francesas o extranjeras en nombre de los hermanos Sarkissov, lo que podría constituir tráfico de influencias, o si se limitó a prestar servicios de consultoría, una actividad perfectamente legal para un exjefe de Estado.

«La justicia busca verificar si el exjefe de Estado actuó únicamente como consultor (…) o si participó en actividades de cabildeo potencialmente ilegales en nombre de oligarcas rusos», escribió Mediapart. Esta investigación preliminar de la Fiscalía Nacional Financiera sigue en curso y, por el momento, no ha dado lugar a ninguna imputación.

Copa Mundial de Catar: investigación preliminar

Aunque tampoco ha sido imputado formalmente en esta fase procesal, Nicolas Sarkozy está en el centro de varias investigaciones relacionadas con Catar, en particular la causa abierta en 2019 por presunta corrupción en la adjudicación de la Copa Mundial de la FIFA 2022.

El aspecto parisino de este caso, conocido como «Qatargate», se centra en un almuerzo ofrecido en el Palacio del Elíseo el 23 de noviembre de 2010 por el entonces presidente de la República, en presencia de Michel Platini. Una semana después de esa reunión, el presidente de la UEFA votó a favor de Catar, abandonando la candidatura de Estados Unidos, que hasta entonces había respaldado. Los magistrados de la Fiscalía Nacional Financiera tratan de determinar si ese día se alcanzó un acuerdo ilícito.

Según los indicios recabados por los investigadores, Nicolas Sarkozy habría negociado varios favores con el emir Tamim Al-Thani a cambio del respaldo de Michel Platini, en beneficio de dos de sus colaboradores cercanos: los empresarios Arnaud Lagardère y Sébastien Bazin. Ambos confiaron posteriormente tareas remuneradas al exjefe de Estado.

De acuerdo con la revista France Football, Nicolas Sarkozy habría defendido durante este almuerzo la adquisición de una participación de Catar en el grupo Lagardère, operación que se cerró un mes después. Tras perder las elecciones presidenciales de 2012, fue contratado por el grupo como abogado para dos proyectos, uno de ellos directamente vinculado al emirato, antes de incorporarse en 2020 a su consejo de administración, donde el año pasado percibió 118 750 euros.

La relación entre el expresidente y Doha también está bajo escrutinio en otra causa judicial, que ha llevado a la imputación formal de Arnaud Lagardère, junto con, entre otros, Ramzi Khiroun, su exjefe de relaciones externas; Pierre Leroy, veterano ejecutivo del grupo, y Nasser Al-Khelaïfi, presidente del Paris Saint-Germain.

Se sospecha que el máximo responsable de Lagardère obtuvo el apoyo de Qatar Holding LLC, filial del fondo soberano de inversión Qatar Investment Authority y accionista mayoritario del grupo, en una votación decisiva de la junta general de 2018. A cambio, los cataríes habrían obtenido la promesa de nombrar a un diplomático británico-marroquí con estrechos vínculos con Doha para el consejo de supervisión de Lagardère SCA.

Según documentos judiciales, Nicolas Sarkozy habría intervenido en estas negociaciones, aprovechando su estrecha relación con los dirigentes de Qatar Investment Authority para respaldar a Arnaud Lagardère, antes de convertirse en consejero del grupo.

Artículo publicado originalmente en The Epoch Times Francia con el título «Nicolas Sarkozy condamné dans l’affaire Bygmalion: les autres dossiers qui pèsent sur l’ancien président»

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