La fiebre Crimea-Congo como enfermedad emergente en España: claves para entender su impacto

Casi todos los pacientes de Europa Occidental se concentran en España. Se trasmite con la picadura de garrapatas. Aunque las personas pueden ser inmunes, para los que sufren síntomas es mortal en un tercio de los casos.

Por The Epoch Times España
18 de abril de 2025 06:50 Actualizado: 18 de abril de 2025 06:50

El Gobierno de España anunció su intención de mejorar la vigilancia de la fiebre hemorrágica de Crimea-Congo (FHCC), una enfermedad viral emergente que reviste especial importancia en el país. De los cuatro últimos casos registrados, dos fallecieron y se cree que el virus causante de estas muertes presenta importantes capacidades de mutación.

La fiebre hemorrágica de Crimea-Congo es una enfermedad zoonótica causada en la mayoría de las veces por una picadura de garrapatas. Hay evidencia de que el virus está en circulación en el país desde 2010, cuando se detectó su presencia en las garrapatas H. lusitanicum en la provincia de Cáceres. Los primeros casos humanos en España se diagnosticaron en 2016, aunque luego se detectó un caso en retrospectiva ocurrido en 2013. Hasta hoy se informan 16 casos con seis muertes, dice el sistema de Salud Pública de Madrid.

España es el único país en Europa Occidental que presenta la enfermedad, además de un paciente en Portugal y otro en Grecia. En las regiones de África, los Balcanes, Medio Oriente, y en el oeste y centro-sur de Asia, la infección en la población es endémica, añade.

En su más reciente publicación de Alertas de Salud Pública, la Comunidad de Madrid informó que la fiebre hemorrágica de Crimea-Congo está en alerta de seguimiento.

Aunque la posibilidad de adquirir la enfermedad actualmente es bajo, «las personas que realizan actividades al aire libre, los agricultores, los criadores de animales, los veterinarios, las personas que se dedican a la matanza informal, los cazadores y los trabajadores de la salud tienen un mayor riesgo» y deben seguir las pautas nacionales y tomar precauciones para prevenir la exposición», informa el Centro de Control de Enfermedades Europeo (ECDC).

La fiebre hemorrágica de Crimea-Congo (FHCC) no se manifiesta en todas las personas que tienen contacto con el virus. Cuando la enfermedad se manifiesta, se caracteriza por «la aparición repentina de síntomas gripales, como fiebre, cefalea, mialgia y malestar general, además de fotofobia, dolor abdominal, diarrea y vómitos. En los casos más graves, pueden presentarse síntomas hemorrágicos como hematomas, hemorragias nasales y sangrado incontrolado en los puntos de inyección», dice el ECDC.

«En pacientes hospitalizados, la FHCC puede ser mortal en aproximadamente el 30 % de los casos».

Tras un estudio del tema, el Instituto de Investigación en Recursos Cinegéticos (IREC) informó en abril de 2024 que la FHCC «es una de las enfermedades víricas humanas que más preocupan a la Organización Mundial de la Salud por su elevada mortalidad, la ausencia de vacunas eficaces, su capacidad de transmisión de persona a persona y la enorme capacidad de mutación del virus que la provoca».

La transmisión de persona a persona ocurre en la etapa avanzada de la enfermedad, por contactos con los fluidos del enfermo.

Primer plano de una garrapata hembra adulta, un macho adulto, una ninfa y una larva, el 15 de junio de 2001 Las garrapatas pueden ser portadoras de numerosas enfermedades virales. (Foto de Getty Images)

Un senderista y un agente forestal entre los fallecidos

En el noroeste de España, la aparición de la enfermedad en 2021 se asoció a la picadura de una garrapata en las afueras de Ponferrada, y en 2022 se notificaron dos casos adicionales en la región, «con el resultado trágico del fallecimiento de un agente forestal de 51 años», según el IREC.

En mayo de 2024 se registró un caso en Salamanca, en julio en Toledo y Córdoba, y en agosto en Cáceres; dos de estos pacientes fallecieron, informó la Comunidad de Madrid. 

El primero se confirmó el 27 de abril de 2024. Se trataba de un hombre de edad avanzada que practicaba senderismo en el Parque Natural de Arribes del Duero, en la frontera con Portugal, y que, al ser examinado, se le encontró adherida una garrapata de tipo ‘Hyalomma’, informó Europanews según datos del ECDC.

Cuando el paciente fue hospitalizado, se tuvieron que adoptar las medidas adecuadas de prevención y control de la infección para evitar la transmisión de persona a persona. Finalmente, falleció el 1 de mayo. Este era el quinto caso de fiebre hemorrágica Crimea-Congo en la provincia de Salamanca.

El medio de prensa añadió que el 21 de julio de 2024 se notificó el caso de un hombre de 75 años que presentó síntomas desde el 18 de julio de 2024 tras antecedentes de una picadura de garrapata probablemente en una zona rural de Toledo, próxima a Extremadura. El paciente estuvo ingresado en una Unidad de Aislamiento de Alto Nivel, falleciendo por empeoramiento clínico el pasado 27 de julio.

Con esta defunción, en 2024 se contaban seis muertes por la enfermedad en España desde 2013, según registros obtenidos por Europanews.

Esta prenda se registró ante una Agencia de Protección Ambiental como protección inmediata contra muchos tipos de insectos, incluidas las garrapatas. (Stephen Chernin/Getty Images)

Precauciones

Las garrapatas son rápidas. Cuando detectan a su huésped se lanzan sobre él y se anclan a la piel con su especial estructura bucal que les permite alimentarse durante varios días sin ser detectadas.

Las precauciones incluyen el uso de ropa protectora o ropa clara para detectar cualquier tipo de animal o insecto. Al volver de un paseo o excursión separar la ropa y proceder a un aseo minucioso. Ver más instrucciones aquí.

El ECDC recomienda el uso de repelentes químicos contra garrapatas, como N,N-dietil-m-toluamida (DEET) e icaridina.

Nunca se deben tocar las garrapatas con las manos. También se debe evitar el contacto estrecho con sangre, secreciones u otros fluidos corporales de un enfermo, incluyendo animales silvestres enfermos. 

En entornos sanitarios se deben seguir los protocolos de control de infecciones y los procedimientos adecuados para tratar casos sospechosos de FHCC de alta mortalidad.

¿Qué tipo de virus es?

La fiebre hemorrágica de Crimea-Congo (FHCC) es causada por un Orthonairovirus haemorrhagiae comúnmente denominado virus de la FHCC (VFHCC), que se encuadra en el género Orthonairovirus, de la familia Nairoviridae, orden Bunyavirales, según el Ministerio de Sanidad.

¿Cómo se transmite?

Según los datos del Ministerio de Sanidad, la transmisión se produce, fundamentalmente, mediante picadura de garrapatas infectadas del género Hyalomma que son muy abundantes en el centro y suroeste de la península, siendo dos las especies principales: H. marginatum y H. lusitanicum.

Además de ser transmitido por la picadura de garrapatas, otra forma menos frecuente es la exposición directa de la piel o de las mucosas heridas con un animal infectado.

«También puede existir transmisión entre humanos por contacto estrecho con sangre, secreciones, otros fluidos corporales, órganos de personas infectadas o inhalación de fluidos contaminados aerosolizados», durante su fase hemorrágica, dice el Ministerio de Sanidad. «En estos casos el riesgo de transmisión desde un enfermo a otra persona es mayor en los últimos estadios de la enfermedad, ya que se asocian a mayores cargas virales junto con diarrea, vómitos y hemorragias». 

Por ello, el personal sanitario, si no está bien protegido, tiene mayor riesgo de infección que la población general.

Después de una picadura o contagio, el periodo de incubación es de 1 a 12 días. Se estima que la infección en humanos puede ser asintomática hasta en un 90 % de los casos, y en muchos de los casos sintomáticos solo ocurre un cuadro febril leve inespecífico.

El cuadro clínico característico presenta un periodo pre-hemorrágico (días 1-5), hemorrágico (días 6-9) y convalecencia (días 10-20). 

Entre los pacientes sintomáticos, la muerte sobreviene generalmente durante la segunda semana de la enfermedad a consecuencia de las hemorragias, fallo multiorgánico y shock, con una tasa de letalidad que oscila entre el 5 % y más del 40 %, según el Ministerio de Sanidad.

Los sobrevivientes desarrollan una aparente buena inmunidad humoral y celular frente al virus. El Ministerio de Sanidad destaca que no se han identificado casos de reinfección por VFHCC en la literatura científica.

Diagnóstico

El diagnóstico se realiza mediante aislamiento del virus, siempre que se disponga de un laboratorio de nivel de bioseguridad 4, mediante un PCR o serología. Los anticuerpos IgM e IgG se detectan desde unos siete días tras el inicio de la enfermedad. También se diagnostica por la detección de antígenos virales.

No existe tratamiento específico, «por lo que el tratamiento de soporte es básico en el manejo de los casos», señala el Ministerio de Sanidad.

Primer plano de una garrapata hembra adulta del ciervo, una garrapata del perro y una garrapata estrella solitaria en la palma de una mano. (Getty Images)

Enfermedad de declaración obligatoria

La fiebre hemorrágica de Crimea-Congo (FHCC) es una enfermedad de declaración obligatoria en España desde 2015.

Tras la emergencia de la FHCC en 2016, se puso en marcha un estudio coordinado en varias fases para evaluar la circulación del virus de la FHCC (VFHCC) en España. «Se realizaron estudios sobre garrapatas y se detectó el material genético con alta diversidad genética del virus en H. lusitanicum en Extremadura, Madrid, Castilla y León, Castilla La Mancha y Andalucía», informa el Ministerio de Sanidad.

También se encontraron anticuerpos frente al virus en todas las zonas. El porcentaje más elevado en animales silvestres dio como resultado más del 80 % de muestras positivas en zonas donde existen garrapatas Hyalomma.

Un estudio en donantes de sangre en Castilla y León, en el que el 15,3 % habían sido picados por una garrapata, se detectó también el VFHCC entre 0,58-1,16 %.

«Estos hallazgos confirman la amplia circulación del VFHCC en España» dice el Ministerio de Sanidad.

Un equipo del Centro Nacional de Microbiología (CNM) analizó más de 12 500 garrapatas obtenidas de vegetación y animales y utilizó técnicas moleculares para localizar el virus, que se detectó finalmente en 135 muestras de la mayoría de las regiones estudiadas, lo que confirma su extensión por casi toda España. 

Se cree que las garrapatas infectadas se están expandiendo rápidamente en España como consecuencia de la propagación de uno de sus huéspedes naturales, los jabalíes.

Otro estudio del CNM, sugirió una posible y potencial variabilidad genómica del virus en España, tras descubrir una variante del virus de la Fiebre Hemorrágica de Crimea-Congo indicaba ciertas mutaciones.

Otra investigación se hizo tras la notificación en 2021 del primer caso en humanos ocurrido en la comarca de El Bierzo, en León, informó IREC. Los investigadores recorrieron a pie unos 30 kilómetros en la periferia y observaron que los animales ungulados silvestres de la zona eran importantes hospedadores de garrapatas. Las garrapatas recolectadas fueron llevadas al laboratorio y se comprobó que 10 de 95 estaban infectadas por el virus de la fiebre hemorrágica Crimea-Congo, quizás una de las tasas de infección más altas jamás documentadas en garrapatas de vida libre, dijo el equipo. En la Península Ibérica, las garrapatas de las especies Hyalomma lusitanicum y Hyalomma marginatum son los principales vectores de este virus. Lo que resultó sorprendente fue que ninguna de las garrapatas encontradas positivas perteneciera al género Hyalomma.

«De este modo, los resultados en este escenario emergente sugieren la necesidad de considerar que el virus de la fiebre hemorrágica Crimea-Congo puede estar efectivamente extendiéndose al noroeste de España, así como de entender urgentemente el posible papel de garrapatas no Hyalomma spp. en la dinámica eco-epidemiológica del virus».

Plaga de garrapatas en la Comunidad de Cataluña

La Hyalomma lusitanicum, una garrapata común en zonas cálidas, ha encontrado en Cataluña un hábitat perfecto para extenderse como una plaga, informó Ok Diario en un artículo actualizado el 10 de abril, añadiendo que desde 2022 su expansión ha sido tan rápida que ya se ha detectado en más de 100 municipios, la mayoría en las provincias de Barcelona y Tarragona. 

«Lo preocupante no es sólo su cantidad, sino el cambio de patrón. Esta garrapata, antes limitada a entornos rurales, ahora aparece también en parques, jardines y áreas urbanas. Lo que sorprende de este hallazgo es su capacidad de adaptación y el modo en que está colonizando espacios donde antes no se registraban riesgos», dice el articulo.

La Asociación Nacional de Empresas de Sanidad Ambiental ha pedido máxima precaución al visitar el campo y pasear por parques o sacar a las mascotas, añadió. 

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