La energía nuclear en España decidió cerrar esta semana varias de sus siete centrales por primera vez en la historia, argumentando una baja demanda, bajos precios del mercado y altas tasas impositivas.
Esto sucede con los reactores nucleares de Almaraz I y II y Cofrentes que después de reducir sus funciones los últimos días, se suman al previo cierre programado de la central Asco, con permiso de Red Eléctrica y al cierre temporal del reactor de Trillo.
Por primera vez en la historia solo habrían quedado en funcionamiento poco más de «2000 MW» nucleares en el mercado eléctrico español de los 7100 que tiene conectados, calculó El Periódico de Energía, indicando que previamente ya se había registrado una rebaja en la producción a cerca de 4100 MW.
Cierre de Almaraz
La Compañía de Centrales Nucleares Almaraz-Trillo anunció en un comunicado del 15 de abril que cerraba las dos unidades de Almaraz de forma programada a partir de las 00:00 horas del 16 de abril «al no resultar casadas en el mercado eléctrico». La empresa argumentó que la central nuclear de Almaraz tiene «unos costes operativos muy competitivos, sin embargo, su viabilidad económica está seriamente comprometida por la inasumible carga impositiva».
La compañía explicó que el sistema eléctrico español es ineficiente, especialmente en situaciones como la actual, con una gran producción de energía renovable debido a las recientes borrascas. A esto se suma una alta carga fiscal, que hace que las centrales nucleares no puedan competir en el mercado eléctrico. Según sus cálculos, los impuestos representan más del 75 % de sus costes variables.
Almaraz-Trillo «se encuentran en perfectas condiciones técnicas y de seguridad y la operación de parada entra dentro de la normalidad de la planta y se realizará con arreglo a sus procedimientos internos establecidos», aclaró la compañía.
Foro Nuclear coincide en que esto sucede porque «su oferta no ha resultado casada en el mercado mayorista debido al escenario de precios bajos sostenidos como consecuencia del descenso de la demanda, la alta penetración renovable de los próximos días y la desproporcionada carga tributaria que lastra sus costes».
Almaraz es la instalación que más aporta al sistema eléctrico español. La producción de sus dos unidades permite abastecer alrededor de cuatro millones de hogares españoles y cubrir el 7 % de la demanda eléctrica nacional anual.
«Si se mantiene el actual calendario de cierre de sus dos reactores en 2027 y 2028, previsto en el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC 2023-2030), una de las primeras consecuencias, señalan analistas, sería la necesidad de recurrir a fuentes de energía más contaminantes, reduciendo la autonomía estratégica y afectando negativamente a la balanza comercial del país», dice el Foro Nuclear.
Cierre de Cofrentes
Tras el aviso de Almaraz-Trillo, la Central Nuclear Cofrentes anunció en un comunicado que iniciaría una parada programada a partir del 17 de abril por las mismas razones, «al no resultar casada en el mercado eléctrico». La central aclaró también que «se encuentra en perfectas condiciones técnicas y de seguridad y esta parada programada se llevará a cabo siguiendo los procesos habituales y los procedimientos establecidos».
«La central nuclear de Cofrentes es eficiente y competitiva, pero la elevada carga impositiva asfixia su viabilidad. Esta fiscalidad provoca que, en ocasiones como la actual, de elevada generación renovable, las nucleares queden fuera del mercado eléctrico», añadió la compañía.
También aclaró que su infraestructura genera el 52 % de la producción eléctrica de la Comunidad Valenciana y proporciona más de 700 empleos directos y 1000 indirectos en el interior de la provincia de Valencia, en el Valle de Ayora-Cofrentes.
La Central de Trillo se detiene para una recarga y declara «asfixia económica»
A las paradas programadas de Almaraz y Cofrentes se suma el hecho de que el reactor de Trillo se desconectó de la red eléctrica para comenzar la 37ª Recarga de la central nuclear. Las centrales nucleares Almaraz-Trillo anunciaron el 24 de marzo que la parada durará 33 días en que se realizarán, entre otras actividades, la renovación de los elementos combustibles, la ejecución de pruebas requeridas por las Especificaciones de Funcionamiento y la revisión o prueba de instalaciones, equipos y componentes necesarias para asegurar el correcto funcionamiento de la planta en el siguiente ciclo de operación.
También alegaron que Trillo «aporta anualmente en tributos 180 millones de euros, tras la subida del 30 % de la tasa de ENRESA, lo que supone más de un 45 % de sus costes totales y supone una asfixia económica para la central».
En defensa de la central, dijeron que Trillo suministra el 3 % de la demanda eléctrica anual de toda España. Durante 2024, registró una producción de energía eléctrica bruta de 7676 GWh, lo que ha evitado la emisión de más de 2,5 millones de toneladas de CO2 a la atmósfera.
«Sus excelentes indicadores de funcionamiento reflejan la fiabilidad y estabilidad de su operación, contribuyendo a que, sin emisiones de CO2 a la atmósfera, la energía nuclear siga siendo la tecnología que produce más de un 20 por ciento de la electricidad nacional».
La compañía concluyó que en este período implantará 16 modificaciones de diseño destinadas a mejorar las instalaciones «adaptándolas a los nuevos requisitos industriales» y para «potenciar la fiabilidad y seguridad de la planta».
Costos y responsabilidades
La situación de precios bajos de energía en el mercado es debido a la escasa demanda y a la alta penetración renovable, como la solar, eólica y agua, según El Periódico de Energía, lo que afecta a la rentabilidad de todas las centrales. «Esto ocurre sobre todo en los episodios de fin de semana donde la demanda ha sido más baja al no hacer ya tanto frío y ser festivo o días no laborables para la mayoría».
«Habrá que ver si Red Eléctrica da la orden a Cofrentes de subir más carga o a Ascó I de que arranque ante esta situación de que Almaraz se ha quedado fuera de mercado con sus dos reactores. Para ello tendremos que ver cómo funciona el mercado mañana, pero fuentes del mercado señalan esta tensa situación», añadió.
El operador nuclear Alfredo García comentó en X que «algunas centrales nucleares se ven forzadas a parar ante unos precios mayoristas por los suelos y una fiscalidad desproporcionada, con impuestos duplicados que han aumentado un 71% en los últimos seis años».
«Muchos antinucleares lo celebran, pero pocos se preguntan qué consecuencias traerá para la seguridad energética y el empleo».
«Esos mismos precios también ponen contra las cuerdas a las energías renovables. Sin ingresos suficientes, no habrá inversión, muchos productores quebrarán y se perderán miles de empleos».
Para las organizaciones sociales y ecologistas del Movimiento Ibérico Antinuclear (MIA), se necesitaría que las empresas nucleares paguen «una tasa de al menos 21,83 €/MWh» para que «asuman los costes de la gestión de todos sus residuos y no intenten que los costes asociados estrictamente a su negocio, recaigan en las arcas públicas». Según MIA, no se debería «dar a entender que son otras entidades o los movimientos ciudadanos los responsables de este incremento». Esta tasa permitiría «garantizar que, en 2100, que los residuos nucleares queden guardados en modo definitivo en el Almacén Geológico Profundo (AGP)», que aún no se construye, en vez de los almacenes temporales de superficie.
MIA señala que el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITERD) redactó una propuesta de Real Decreto que fue retirada y sustituida por una nueva en que se elevó un 30 % la tasa de 7,98 €/MWh a 10,36 €/MWh.
La tasa actual, descrita para dotar el coste del desmantelamiento y la construcción y gestión de los Almacenes Temporales es de casi 11€, según El Periódico de Energía, y no menciona el almacenamiento definitivo AGP.
Cómo puede usted ayudarnos a seguir informando
¿Por qué necesitamos su ayuda para financiar nuestra cobertura informativa en España y en todo el mundo? Porque somos una organización de noticias independiente, libre de la influencia de cualquier gobierno, corporación o partido político. Desde el día que empezamos, hemos enfrentado presiones para silenciarnos, sobre todo del Partido Comunista Chino. Pero no nos doblegaremos. Dependemos de su generosa contribución para seguir ejerciendo un periodismo tradicional. Juntos, podemos seguir difundiendo la verdad.