Desde el año 2010 las mujeres han abortado 1,5 millones de bebés, incluyendo las cifras estimadas para el año 2024, lo que significa más de 273 bebés descartados cada día en España.
Estas son las cifras correspondientes a los registros compartidos por el Ministerio de Sanidad entre 2023 y 2013.
Si sumamos los bebés descartados entre los años 2000 y 2009 (900 000), de acuerdo a las cifras del Ministerio de Salud y la Fundación Bioética, los abortos de este siglo en España suman 2,4 millones.
Pero si además agregamos los bebés descartados el siglo pasado, desde la despenalización del aborto en 1985 hasta 1999 (600 000), en total en España las mujeres abortaron tres millones de bebés.
La despenalización del aborto en 1985 durante el gobierno de Felipe González, del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), supuso un cambio social importante ya que hasta entonces quitar la vida a un bebé no nacido era ilegal, salvo algunas excepciones. Su Gobierno promulgó la Ley Orgánica 9/1985 de reforma del Artículo 417 bis del Código Penal, conocida como Ley del Aborto,
Con esta medida se despenalizó la interrupción voluntaria del embarazo en tres casos supuestos: «riesgo para la vida o la salud física o psíquica de la embarazada» en cualquier momento de la gestación, «delito de violación» en las 12 primeras semanas y «presunción de que el feto habrá de nacer con graves taras físicas o psíquicas» en las primeras 22 semanas.
La Fundación Bioética destacó que, tras la nueva legislación, entre 1993 y 2003 los abortos en España aumentaron exponencialmente un 75 %.


En 2010, la nueva Ley Orgánica 2/2010, del 3 de marzo sobre la interrupción voluntaria del embarazo, significó un nuevo cambio en la sociedad al permitir el aborto libre hasta la semana 14 de gestación y, hasta la semana 22, en caso de que exista grave riesgo para la vida o la salud de la embarazada o riesgo de graves anomalías para el feto.
Además, en caso de que se detecten anomalías fetales incompatibles con la vida no hay límite temporal para abortar.
La nueva ley permitió también a las jóvenes de 16 y 17 años abortar sin necesitar la autorización de sus padres.

En 2023, España registró un total de 103 097 interrupciones voluntarias del embarazo, lo que representa un aumento del 4,8 % en comparación con 2022 (98 316) y un 8,7 % más que en 2014, año en el que se registraron 94 796. Si esta tendencia continúa se teme que las cifras puedan ser aún más altas en 2024 y 2025. El incremento se está observando en todas las comunidades autónomas, con excepción de Aragón y Navarra, según datos del Ministerio de Sanidad.
Otro dato es que solo el 65,52 % de los abortos de 2023 se practicaron a mujeres de nacionalidad española. Además, se observa que la tasa de incidencia está aumentando en todos los grupos de edad, especialmente en el grupo de 19 años y menos.
Respecto al estilo de vida, el 30,69 % de las mujeres convivía en pareja. El 69,77 % de las intervenciones se realizaron mediante el método quirúrgico, pero el método farmacológico es mayoritario en algunas comunidades como Cantabria (96,50 %), Navarra (76 %), Baleares (74 %) La Rioja (68 %), Galicia (59,6 %) y Cataluña (55,74 %).
El Ministerio de Sanidad del Gobierno de Pedro Sanchez destaca la importancia de seguir trabajando en la educación sexual y reproductiva, «así como en el acceso a métodos anticonceptivos, para reducir el número de embarazos no deseados».
A la vez, Moncloa informa que el Ministerio de Sanidad tiene «el firme propósito de seguir garantizando el derecho a las mujeres a la interrupción voluntaria del embarazo en la sanidad pública, mejorando el acceso a esta prestación dentro del Sistema Nacional de Salud, haciendo especial mención al trabajo de todos los profesionales dentro y fuera del sistema, a favor de la salud y seguridad de las mujeres».

Provida
Nicolás Jouve, catedrático emérito de Genética en la sede de la Jèrôme Lejeune en París, dijo en una entrevista con El Debate que «es importante avanzar en el conocimiento y la concienciación de que el embrión, (desde la fecundación a la séptima semana) y el feto (desde la octava semana), son seres humanos en sus primeras fases de desarrollo».
«En su opinión, el aborto solo obedece a razones ideológicas defendidas por los movimientos feministas radicales, que han encontrado acogida en un mundo dominado por corrientes culturales individualistas, utilitaristas, económicas y materialistas».
«El aborto, como la eutanasia, no son actos médicos. Los médicos salvan vidas, no las eliminan. Si desean que haya un abortista en los hospitales, donde no tiene sentido que existan, que creen un cuerpo especial de eliminadores al margen de los médicos».
Los grupos provida, en contra de la legislación del aborto y el avance de las iniciativas a favor del aborto del Gobierno actual, ofrecen asesorías y apoyo a las mujeres que quedan embarazadas, además de promover eventos, charlas y manifestaciones.
«Si recurriste al aborto provocado y sufres sus secuelas. Si el recuerdo de tu hijo y de lo que pasaste te está haciendo sufrir… Busca ayuda. Necesitas curar esa herida para seguir viviendo feliz. Si quieres que te ayudemos, escribe un WhatsApp al 608046604 o un mail a [email protected]. Nos pondremos en contacto contigo lo antes posible con total confidencialidad y respeto», dice Provida.es

En su página web, Provida.es, comparte la historia de Carmen.
«Hace 4 años me hice practicar un aborto, tenía 16, no sabía lo que era eso, mi novio amenazó con dejarme; únicamente mi madre me acompañó al quirófano. Lo pasé muy mal los dos años siguientes, al final del último me quedé embarazada y mi pareja quería que perdiera el bebé. Mi madre discutió con él y me llevó a Pro-vida. Yo no quería al principio, tenía miedo de todo; allí conocí a M. y a R. y una de ellas me convenció a seguir adelante en una charla muy larga donde todas lloramos. Me atendieron semanalmente al principio, luego quincenal y así hasta el parto».
«Tuve amigas, como yo, clases de higiene y cuidados del bebé, comprensión por todos lados, y en el octavo mes me dieron la canastilla y lo necesario para mi niña. No lo olvidaré nunca, ahora soy madre para siempre y cada vez que la miro pienso que habría sido de ella».
Secuelas
El grupo Abogados Cristianos dijo en abril de 2024 que independiente de las creencias, las mujeres sufren secuelas tras los abortos, que «pueden ser físicas o psicológicas como insomnio, ansiedad o trastornos alimenticios».
Los abogados denunciaron el hecho de que La Asociación de Clínicas Acreditadas para la Interrupción Voluntaria del Embarazo (ACAI) había anunciado que «la interrupción del embarazo era una operación que no deja secuelas». Y destacó que el Tribunal Supremo se pronunció al respecto en 2022 condenando a las clínicas de aborto españolas por publicidad engañosa al decir que el aborto «no deja secuelas».
La Fundación Española de Abogados Cristianos lanzó la plataforma AfectadasAborto, una página web donde las mujeres que se hayan practicado un aborto voluntario pueden solicitar indemnizaciones por las secuelas del mismo y asistencia legal gratuita para ello.
La presidenta de Abogados Cristianos, Polonia Castellanos, aseguró que «no importa que las mujeres afectadas no compartan los valores de Abogados Cristianos, ellas son víctimas de un negocio que se aprovecha de su vulnerabilidad para ganar dinero».
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