Las temperaturas medias globales en abril se mantuvieron prácticamente iguales que en el mes anterior. La desviación con respecto a la media a largo plazo de las mediciones por satélite es de 0,61 grados centígrados. Esto supone un aumento de 0,03 grados centígrados con respecto al valor de marzo.
La tendencia al calentamiento global a largo plazo sigue siendo de 0,15 grados centígrados por década. Esto equivaldría a 1,5 grados en 100 años.
Es claramente visible el aumento de las temperaturas entre 2022 y 2025, que no se puede explicar con la narrativa convencional del calentamiento provocado por el CO₂.
Esta relación resulta aún más inexplicable si se analiza la formación de hielo en la Antártida y el hielo marino en el Ártico: sorprendentemente, ambos han aumentado en los últimos años.
El hielo antártico vuelve a crecer
Si consultamos la página web de la Sociedad Helmholtz, con el exigente nombre de «Klimafakten» (Datos climáticos) —en el apartado sobre la Antártida— leemos lo siguiente: «El importante hielo continental de la Antártida está desapareciendo a un ritmo cada vez mayor».
Según la Sociedad Helmholtz, esto tendría una gran importancia para el aumento del nivel del mar. Y, de hecho, el aumento del nivel del mar debido al deshielo de la Antártida es uno de los argumentos centrales de la política climática que ha preocupado a la población.
Por eso resulta aún más sorprendente el resultado de un estudio publicado recientemente, según el cual la situación ha cambiado desde 2021: el hielo continental de la Antártida está aumentando de nuevo. En él, investigadores dirigidos por el profesor Yunzhong Shen y el doctor Wei Wang, de la Universidad Tongji de China, determinaron que —desde 2021— las masas de hielo de la Antártida han aumentado de forma muy significativa.
Los datos evaluados por el satélite GRACE de la NASA habían registrado una pérdida anual de 74 000 millones de toneladas entre 2002 y 2010. Entre 2011 y 2020, la cantidad perdida se duplicó. Sin embargo, últimamente el hielo ha aumentado cada año en unos 108 000 millones de toneladas.
¿Demasiado bueno para las noticias?
Dado que el deshielo de los glaciares antárticos contribuyó en aproximadamente un 20 % al aumento del nivel del mar, desde 2021 se observa una disminución de dicho aumento. ¿No merecería esta buena noticia aparecer en los informativos? Hasta ahora, nada.
La televisión y la clase política berlinesa tampoco difunden una segunda buena noticia: desde hace más de diez años, el hielo marino del Ártico ha dejado de disminuir. Así lo ha señalado una publicación reciente de Mark England, de la Universidad de Exeter, y Lorenzo Polvani, de la Universidad de Columbia en Nueva York. En un estudio publicado previamente, los investigadores informan de una pausa prevista de varias décadas en la disminución del hielo marino del Ártico, al menos durante los próximos cinco a diez años.
En 2009, John Kerry, enviado especial de Estados Unidos para la Acción Climática, alertó de que en 2013 el Ártico quedaría sin hielo. A más tardar en 2015, según Al Gore. La realidad ha sido otra.
Las mediciones por satélite documentan bien la disminución del hielo marino del Ártico hasta 2012, pero también la posterior estabilización y ligera recuperación. A efectos comparativos, se utiliza el mínimo anual registrado en septiembre. Tras el fuerte calentamiento de los últimos años, se esperaba una nueva disminución. Sin embargo, el hielo marino se mantiene estable. El pasado mes de septiembre ocupaba 4,28 millones de kilómetros cuadrados, casi un millón más que doce años antes.
Estos datos medidos de forma inequívoca no impiden que un telediario del 28 de marzo de 2025 informara de que «la superficie del hielo marino del Ártico es más pequeña que nunca», con graves consecuencias para el sistema climático.
¿La ciencia climática en crisis?
Cada vez con mayor frecuencia, las previsiones de los modelos climáticos se alejan de la realidad. El profesor Bjorn Stevens y el profesor Jochem Marotzke —ambos científicos del Instituto Max Planck de Meteorología de Hamburgo— hablan de una crisis de las ciencias climáticas. Marotzke declaró a Axel Bojanowski:
«La clase actual de modelos climáticos entra en demasiadas contradicciones con la realidad»
A Marotzke le preocupa la gran incertidumbre de los modelos. Como ejemplos, cita: «En gran parte del mundo, los modelos se contradicen en cuanto a si lloverá más o menos en el futuro. El calentamiento de la superficie terrestre entre 1998 y 2012 fue mucho más lento de lo que habían pronosticado los modelos».
El climatólogo añadió: «Desde 1979, el Pacífico tropical oriental se ha enfriado, contrariamente a las previsiones de todos los modelos, que simulaban un calentamiento en esa zona».
Bjorn Stevens se refiere a la ciencia climática como «la otra crisis climática». Su colega añadió: «Este es el momento en el que parece inevitable un cambio de paradigma».
El pueblo no olvida
Mi impresión es que algunos científicos inteligentes se están dando cuenta ahora de que, al remitirse a las afirmaciones inquebrantables de los modelos climáticos, han llevado a los políticos a causar mucho mal a sus pueblos. ¿Por qué? Porque se ha querido evitar la catástrofe que se avecina con medidas totalmente inadecuadas y demasiado precipitadas.
Se recordarán declaraciones de la ONU como: «Solo las energías renovables son la salida de la autopista hacia el infierno climático». (Guterres, 2022), o bien, «las emisiones de gases de efecto invernadero han causado claramente el calentamiento global, con una temperatura superficial global en 2011-2020 de 1,1 °C por encima de la de 1850-1900». (IPCC, 2023)
Estas afirmaciones se basan en modelos climáticos que, según Marotzke, requieren un cambio de paradigma, ya que, al cabo de pocos años, dejan de reflejar la realidad con suficiente precisión.
¿Cuándo se producirá un cambio de paradigma en la política climática de Europa?
Este artículo se publicará en breve en su versión original en klimanachrichten.de con el título «Fritz Vahrenholt: Antarktiseis und Arktismeereis wachsen wieder». (Edición editorial /The Epoch Times)
Artículo publicado originalmente en The Epoch Times Alemania con el título «Fritz Vahrenholt: Antarktiseis und Arktismeereis wachsen wieder»
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