El ministro de exteriores español, José Manuel Albares, y su homólogo marroquí, el ministro Nasser Bourita, emitieron declaraciones conjuntas el 17 de abril en Madrid, y reafirmaron la postura manifestada por el presidente Pedro Sánchez tres años atrás sobre el control del territorio saharaui bajo el mando de Marruecos.
La última colonia africana, la del Sáhara Occidental, conocida como el antiguo Sáhara Español, fue territorio español desde 1884 hasta 1975, año en que España renunció a su autoridad sobre el mismo a través del los Acuerdos Tripartitos de Madrid con Marruecos y Mauritania.
El Reino de Marruecos reclama y administra el territorio del Sáhara Occidental, sin embargo, el grupo armado que busca la independencia, el Frente Popular para la Liberación de Saguia el Hamra y Río de Oro (Frente Polisario), cuestiona la reivindicación de la soberanía de Marruecos sobre el mismo. De acuerdo al informe del departamento de Estado de EE. UU., cuando España renunció a su autoridad sobre el territorio, las fuerzas marroquíes y del Polisario combatieron intermitentemente desde 1975 hasta un alto el fuego en 1991 y el establecimiento de una misión de paz de la ONU.

El Sr. Albares habló a los periodistas presentes sobre el giro que Pedro Sánchez dio a la política española respecto a Marruecos hace tres años y afirmó que la propuesta marroquí para hacer del Sáhara una autonomía de Marruecos es «la base más seria, realista y creíble», según El Debate.
A continuación el Sr. Bourita reafirmó que las relaciones de ambos países habían tomado este nuevo giro tras la visita de Sánchez el 7 de abril de 2022 a Rabat, lo que supuso un «punto de inflexión».
La relación que ahora mantienen España y Marruecos es un «ejemplo a seguir» a la hora de enfrentar los «desafíos» actuales, declaró el ministro marroquí.
«Antes había crisis periódicas porque no había tanta confianza ni canales para la comunicación», mientras que ahora ambos países se tratan con «respeto mutuo» y trabajan «como aliados» para «encontrar soluciones a los problemas», dijo Bourita.
El 7 de abril de 2022 Sánchez fue invitado por el monarca marroquí a un iftar —cena con que se termina el ayuno del Ramadán— en su honor. Sobre el encuentro, el Gobierno comunicó oficialmente que «esta nueva etapa en las relaciones bilaterales ha quedado resaltada en la declaración conjunta acordada por ambos países, en la que se reconoce que la carta del presidente del Gobierno español a Mohammed VI en marzo y la conversación telefónica de la semana pasada entre ambos países han abierto una nueva página en las relaciones entre España y Marruecos».
Pedro Sánchez envió de manera sorpresiva una carta al Rey de Marruecos el 7 de marzo de 2022 manifestando su conformidad con el plan de Marruecos de autonomía para el Sáhara Occidental bajo el control de Rabat.
España cambiaba su posición histórica con respecto al Sáhara, que consistía en un referéndum patrocinado por la ONU, y comenzaba a «considerar la iniciativa de autonomía marroquí, presentada en 2007, como la base más seria, realista y creíble para resolver el conflicto».
Esta inesperada misiva fue muy cuestionada en el Congreso.
La posición histórica de España a este conflicto ha sido siempre «la solución negociada y acordada entre Marruecos y el Frente Polisario, en línea con las resoluciones de Naciones Unidas», escribió el diputado Pablo Cambronero en una pregunta al Gobierno donde criticó la toma de esta trascendente decisión «sin consultar ni con el resto de los ministros ni con el Congreso de los Diputados».

Tras la comparecencia de Sánchez ante el Pleno de la Cámara celebrada el 10 abril de 2024 los líderes de diversos partidos cuestionaron las posibles razones tras el cambio de política exterior en favor de Marruecos.
Alberto Núñez Feijóo, presidente del Partido Popular, declaró que en opinión de su grupo político Sánchez «esconde» las razones del «por qué se cambió el criterio respecto al Sáhara Occidental y arruinó la relación bilateral con Argelia».
«Pretende que me entere de la política exterior por los periódicos, no consulta con la oposición ni con el Congreso ni con nadie», afeó Feijoo a Sánchez por comunicado el cambio de postura en una carta que fue publicada por los periódicos.
Santiago Abascal, presidente del VOX, recriminó a Sánchez que la política exterior de España se dicta desde Marruecos. «¿O acaso alguien cree que Sánchez puede defender cualquier postura internacional sin el visto bueno de Marruecos?».
El Sr. Abascal sugirió que los aliados del Gobierno de Sánchez se han silenciado respecto al tema. «Ni siquiera se han atrevido a discutirle seriamente el cambio de postura sobre el Sáhara. ¿Cómo es posible […] tan amigos ellos del pueblo saharaui, no le hayan exigido una rectificación inmediata, una explicación, o le hayan retirado su apoyo?».
Esteban Bravo, del Grupo Parlamentario Vasco también reclamó al presidente su cambio de postura. «Usted ha dado la vuelta a todos los compromisos españoles y nosotros volvemos aquí a pedir el compromiso del Estado español con el Sáhara y con los saharauis».
El Sr. Bravo añadió que «no se puede dar la espalda a esa situación, por mucho que Marruecos sea un país estratégico para España, ya que también existen unas responsabilidades morales que son muy fuertes. Usted habla únicamente de la relación comercial con Marruecos, incluido, por cierto, el territorio ocupado por Marruecos en el Sáhara, y del impulso a empresas españolas allí, etcétera».
«Es verdad que usted aún no ha explicado el cambio de posición sobre el Sáhara y deberá hacerlo. Aún no ha explicado de qué deriva la capacidad de Marruecos de hacer cambiar la posición del Gobierno español para abandonar al pueblo saharaui, que sigue luchando por su libertad», añadió Rego Candamil, del Bloque Nacionalista Galego.
Respuesta del Frente Polisario
Tras las afirmaciones de los ministros del exterior de España y Marruecos, la representación del Frente Polisario en España, comunicó «su más enérgica condena a las afirmaciones realizadas durante la declaración institucional celebrada en la sede del Ministerio.

«La defensa acérrima llevada a cabo por el Gobierno de España de las pretensiones marroquíes sobre el Sahara Occidental entronca de manera directa con la política de promoción y defensa de los Derechos Humanos que publicita como rectora de la acción gubernamental», escribió el Frente.
Marruecos: Intentan mantener a los refugiados en campamentos «otros 50 años»
La reunión entre Albares y Bourita fue anunciada tan solo con un día de antelación y se celebró un día festivo. Luego se informó a la prensa la postura institucional respecto al Sahara Occidental.
Sobre el encuentro, el Gobierno comunicó a través de La Moncloa que ambos ministros hicieron «un repaso del excelente estado de las relaciones bilaterales» y se congratularon del dinamismo de la relación económica. «En 2024, España ha sido el primer socio comercial de Marruecos, como proveedor y como cliente. Los intercambios comerciales han alcanzado un nuevo récord histórico con 22 693 millones de euros, representando una subida de más del 7 %».
El ministro Bourita, en cambio, se refirió al territorio saharaui, y dijo a los periodistas que la postura de un Sáhara Occidental como territorio autónomo bajo el reino de Marruecos «va en paralelo al de la comunidad internacional» y es compartida por más de 22 países de la Unión Europea, según declaraciones recogidas por El País. También aseguró que quienes sostienen «posturas antiguas» e insisten en reclamar un referéndum de autodeterminación «no quieren una solución» sino que buscan «mantener otros 50 años más» a los refugiados saharauis en los campamentos del desierto argelino.
En 1975, unos 40 000 saharauis dejaron sus hogares y se concentraron en los campos de refugiados. Desde entonces, por dos generaciones han vivido como una comunidad dependiente en todas sus necesidades básicas. Incluso la escuela y salud son provistas por los organismos internacionales. Según ACNUR, actualmente hay casi 165 000 refugiados saharauis que conviven en los cinco campos habilitados por los organismos de atención y cooperación. «Los primeros niños que nacieron en los campos de refugiados de Tinduf tienen ahora cerca de 38 años. Forman parte de una primera generación de saharauis nacidos en el exilio que ha visto seriamente limitadas sus opciones de futuro», dice ACNUR.

Aunque algunos jóvenes logran salir a estudiar al extranjero, al regresar no pueden aplicar sus conocimientos «pues los campos viven sobre todo de la ayuda internacional».
Bourita se reunió en París días atrás con el ministro de exteriores francés, Jean-Nöel Barrot, y tras el encuentro Barrot difundió un comunicado diciendo que el plan marroquí «es la única base para llegar a una solución política justa, duradera y negociada conforme a las resoluciones de Naciones Unidas». También Emmanuel Macron emitió una carta a Marruecos en apoyo. Según dijo Bourita el mapa oficial francés incluirá el Sáhara en el Estado marroquí.
El pasado 8 de abril, Bourita visitó Washington y fue recibido por el secretario de Estado, Marco Rubio, quien también transmitió el respaldo de la Administración Trump a Rabat.
«El Secretario reiteró que Estados Unidos reconoce la soberanía marroquí sobre el Sáhara Occidental y apoya la propuesta de autonomía seria, creíble y realista de Marruecos como única base para una solución justa y duradera a la disputa. Estados Unidos sigue creyendo que una autonomía genuina bajo la soberanía marroquí es la única solución viable», declaró el Departamento de Estado en un comunicado, añadiendo que ambos países esperan impulsar prioridades compartidas en la región, incluyendo el desarrollo de los Acuerdos de Abraham.

Pueblo Saharaui
Los habitantes originarios del Sahara Occidental son los bereberes, quienes sufrieron la islamización tras la invasión de las tribus árabes Ma’qil. Ellos ocuparon y luego islamizaron la zona septentrional, incluyendo el actual Marruecos, que contaba con una fuerte presencia judía. Más tarde bajaron al Sahara Occidental y Mauritania al inicio del siglo XIII.
La unión de estos pueblos dio vida en el Sahara Occidental a un pueblo musulmán con lengua árabe y una cultura tribal de estilo beduino que se dedicaba a la cría de ganado y que eran nómadas.

En 1860, España ocupó las tierras occidentales de Marruecos y entre 1884 y 1912, tras acuerdos con tribus Saharauis y Francia, ocupó el Sahara atlántico, que también pasó a ser colonia española.
En 1956 y 1958, tras la descolonización al concluir la II Guerra Mundial la parte francesa y española de Marruecos quedaron independientes. Argelia y Mauritania se independizaron en 1960.
La colonia española del Sahara Occidental en el período 1958-75 asumió el estatus de provincia de España. Desde 1975 el territorio ha estado ocupado por tropas marroquíes.
«A mediados de la década de 1970, el Sáhara Occidental estaba bajo administración española, pero tanto Marruecos como Mauritania reclamaban derechos sobre la región. La creciente presión de los grupos independentistas saharauis, liderados por el Frente Polisario, exacerbó las tensiones en la región», dice el Gobierno español en un recuento histórico. «El 6 de noviembre de 1975, el rey Hassan II de Marruecos anunció la Marcha Verde, una acción en la que miles de civiles marroquíes avanzaron hacia el Sáhara Occidental para reclamar el territorio». El movimiento tenía como objetivo persuadir a España para que entregara la administración del Sáhara Occidental a Marruecos y Mauritania, agrega el Gobierno.

El 26 de febrero de 1976, el Representante Permanente de España ante las Naciones Unidas informó al secretario general de que «el Gobierno español, a partir de hoy, pone fin definitivamente a su presencia en el Territorio del Sáhara y considera necesario dejar constancia de lo siguiente: … a) España se considera desde ahora exenta de toda responsabilidad de carácter internacional en relación con la administración de dicho Territorio, habida cuenta del cese de su participación en la administración temporal establecida para el Territorio».

Entonces, «decenas de miles de refugiados saharauis iniciaron el éxodo hacia la frontera argelina bajo la presión del ejército marroquí, al que se opone la resistencia armada del Frente Polisario (Frente popular para la liberación de Saguía el Hamra y Río de Oro), que el 27 de febrero de 1976 proclamó la República Árabe Saharaui Democrática (RASD)», destaca la Asamblea Legislativa de Emilia Romagna en un relato de la situación saharaui.
«Desde entonces, la población saharaui vive dividida, en parte en campos de refugiados en Argelia y en parte en el Sáhara Occidental, bajo dominio marroquí, después de que Mauritania se retirara del conflicto en 1979», añade.

Su bandera es inspirada por las revueltas árabes con las franjas negra, verde y blanca y el triángulo rojo. A diferencia de la bandera Palestina, la del Frente Polisario para el RASD agrega la medialuna roja con su estrella. Marruecos anunció en 1987 la ruptura de relaciones con la Organización por la Liberación de Palestina (OLP) luego que estableciera contactos con el Frente Polisario.

En 2023, Nicolás Maduro publicó en X la firma de acuerdos «entre la República Árabe Saharaui Democrática y la República Bolivariana de Venezuela». Por su parte Cuba mantiene fuertes lazos con el Frente Polisario. Envía delegaciones a los Congresos del Frente Polisario y celebra los actos de aniversario de su Fundación. En enero de 2002 el secretario general del Frente Polisario, Mohamed Abdelaziz, realizó una visita de cinco días a Cuba y se encontró con Fidel Castro. También hizo una visita a Venezuela para un encuentro con Hugo Chávez.

El Sahara Occidental es un territorio de alrededor de 266 000 kilómetros cuadrados, que limita al norte con Marruecos, al sur con Mauritania, al este con Argelia y al oeste con el Océano Atlántico. Comprende el territorio Saquia el-Hamra al norte y el Rio de Oro al sur.
El censo de 1982 de Sáhara Occidental realizado por Marruecos indicó una población de 163 868 habitantes. La capital, al-‘Uyūn, tenía una población de 65 000 habitantes.
En 2016, el gobierno estadounidense estimó una población total en 587 000 habitantes. La gran mayoría de la población es musulmana sunita, aunque también destacó que hay docenas de cristianos marroquíes, así como un pequeño grupo de católicos romanos residentes en el extranjero. También dijo que hay una pequeña comunidad extranjera, muchos de cuyos miembros no son musulmanes, que trabaja para la Misión de las Naciones Unidas para el Referéndum del Sáhara Occidental (MINURSO).
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