Ryanair ha desatado una nueva ofensiva pública contra el Gobierno al denunciar que el fallo en el control de pasaportes está «arruinando las vacaciones» de miles de pasajeros en los aeropuertos del país.
En una publicación viral en sus redes sociales, la aerolínea low-cost muestra una imagen de una interminable cola en la Terminal 4 de Barajas, con el texto superpuesto: «¿Por qué no funcionan las puertas electrónicas? ¡El control de pasaportes español está fallando!».
La queja, lanzada ayer, etiqueta directamente al ministro de Transportes, Óscar Puente, exigiendo una solución inmediata ante las congestiones causadas por el recién implantado Sistema de Entrada/Salida (EES) de la Unión Europea.
«Necesitamos una solución @oscar_puente_», concluye el mensaje, enmarcado en la guerra abierta entre Ryanair y el Ejecutivo de Pedro Sánchez.
El detonante es el EES, activado el 12 de octubre en España como parte del despliegue europeo, que sustituye los sellos manuales por un registro biométrico: foto facial, huellas dactilares y datos del pasaporte para no europeos.
Diseñado para agilizar los trámites, el sistema ha generado colas de hasta dos horas, obligando a Ryanair a recomendar a sus clientes llegar tres horas antes a aeropuertos como Málaga o Barajas.
Días atrás, en Málaga, por ejemplo, británicos y otros no comunitarios formaron filas que se solapaban con las de la UE.
El Ministerio del Interior, responsable de la implementación, ha invertido 83 millones de euros en adaptar todos los puestos fronterizos a los requisitos técnicos del EES, con pruebas iniciales en Barajas.
Sin embargo, el despliegue es progresivo hasta el 10 de abril de 2026, conviviendo con sellos manuales durante seis meses.
«El uso creciente de estos controles automatizados hará que los desplazamientos sean más fluidos y seguros para todos, evitando así las largas colas», aseguraba la Comisión Europea en su anuncio del 25 de septiembre.
La AEAT y la Policía Nacional supervisan el EES desde octubre, con cabinas en Barajas probadas en un vuelo inaugural.
Sin embargo, Ryanair, que opera más de 2500 vuelos semanales en España y transportó más de 32 millones de pasajeros en el primer semestre en el país, ve en este caos una extensión de sus crónicas quejas contra la infraestructura aeroportuaria y particularmente contra la gestión del ministro Óscar Puente.
La compañía ya ha culpado al Gobierno por 6 millones de pasajeros afectados por retrasos en sus vuelos entre enero y septiembre, atribuyéndolos a la «mala gestión y falta de personal» en el control de tráfico aéreo (ATC) de Enaire, dependiente de Transportes.
Puente, por su parte, ha respondido con dureza: ha acusado a la compañía de «chantaje» y «falacias» luego de que la aerolínea amenazara con recortar rutas regionales por el alza de tasas de Aena.
Las amenazas luego se tornaron realidad y la Ryanair anunció recortes drásticos en septiembre: unas 600 mil plazas menos para el invierno de 2025-2026, incluyendo el cierre de bases en Santiago de Compostela y suspensiones en Vigo y Tenerife Norte.
«La España regional sufre una catástrofe turística a raíz del aumento de precios de Aena», denunció Eddie Wilson, CEO de Ryanair.
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En España, se prevén 320 millones de pasajeros en 2025 —un récord histórico—. En este marco, el Gobierno ha anunciado la inversión de 13 000 millones de euros en el DORA III (2027-2031) para modernizar los aeropuertos del país.
Mientras tanto, con la Navidad a la vuelta, las quejas por las colas en aeropuertos desafían la narrativa oficial. Ryanair, fiel a su estilo combativo contra el Gobierno español, parece no estar dispuesta a ceder. Por el contrario, todo indica que su «Liga de Retrasos» contra ATC ahora ha sumado un nuevo frente: el EES.
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