Miles de personas en NY piden que se acabe la persecución del PCCh contra Falun Gong

Por Catherine Yang
22 de abril de 2025 21:13 Actualizado: 22 de abril de 2025 21:13

NUEVA YORK —Miles de practicantes de Falun Gong hicieron un desfile y una manifestación en Flushing, Nueva York, el 19 de abril para recordar el aniversario de un evento clave en China y apoyar a los 440 millones de personas que han abandonado el Partido Comunista Chino (PCCh).

El evento en Queens se realizó antes del 25 de abril, una fecha en la que hace 26 años 10 000 practicantes de Falun Gong se reunieron en una manifestación pacífica espontánea para pedir que se les dejara practicar cerca del complejo del partido gobernante en Pekín.

La petición al régimen para que se les dejara practicar libremente no fue escuchada y el 20 de julio de 1999, el PCCh lanzó una violenta persecución contra los practicantes de Falun Gong de la noche a la mañana.

Falun Gong, también conocido como Falun Dafa, es una práctica espiritual que enseña los tres principios de verdad, benevolencia y tolerancia, así como cinco ejercicios de meditación. Se presentó al público a principios de la década de 1990 y se hizo muy popular gracias a las recomendaciones de boca en boca, hasta tal punto que las estimaciones oficiales del Estado sitúan el número de practicantes en China en aproximadamente uno de cada 13 habitantes.

En respuesta a la persecución de Falun Gong por parte del PCCh y a la propaganda sobre la práctica, The Epoch Times publicó en chino en 2004 «Nueve comentarios sobre el Partido Comunista» para ayudar a aclarar las falsedades difundidas sobre Falun Gong. Esto dio lugar a un movimiento mundial para «abandonar al PCCh» y a un portal online donde los chinos abandonan el PCCh y las organizaciones afiliadas, que ahora cuenta con más de 440 millones de personas.

«Esto es una señal de que la nación china está despertando y de que las fuerzas comunistas malignas que se han atrincherado en China se están desintegrando. Y este proceso está creando una gran historia», dijo Wang Zhiyuan, presidente del Centro de Servicio Global para Renunciar al PCCh y presidente de la Organización Mundial para Investigar la Persecución a Falun Gong (WOIPFG por sus siglas en inglés), en su discurso durante la manifestación del 19 de abril en Flushing.

Los organizadores dijeron que más de 3000 personas asistieron al evento.

En la manifestación, algunos practicantes de Falun Gong que habían participado en la histórica apelación del 25 de abril compartieron sus historias, 27 personas recibieron certificación de renuncia oficial al PCCh y defensores de los derechos humanos dieron discursos.

Entre los oradores de la manifestación se encontraban Zhang Erping, portavoz del Centro de Información de Falun Dafa; Martha Flores-Vazquez, líder del distrito de Flushing en la Asamblea del Estado de Nueva York; Jacqui Phillips, empresaria y conferenciante internacional; Wei Libin, director en Nueva York de la Alianza para la Democracia y los Derechos Humanos en China; Ren Guoxian, participante en la apelación del 25 de abril; Zhang Guiying, testigo ocular de los acontecimientos que llevaron a la apelación; y An Qiang, que renunció al PCCh.

La manifestación fue precedida por un desfile en el que participaron una banda de música, un grupo de danza del dragón, practicantes de Falun Gong que mostraron los ejercicios de meditación de la práctica, decenas de pancartas y banderas, equipos de tambores y mucho más. The Epoch Times, que ha cubierto ampliamente los abusos contra los derechos humanos en China, también participó en el desfile.

¿Qué pasó el 25 de abril?

En un soleado domingo, el 25 de abril de 1999, más de 10 000 practicantes de Falun Gong se reunieron frente al Zhongnanhai de Pekín, donde se encuentra la sede del alto mando del régimen y del Consejo de Estado.

El PCCh ha utilizado esta gran reunión como pretexto para su persecución estatal a Falun Gong, pero los practicantes de Falun Gong afirman, y las pruebas documentales lo demuestran, que la reunión fue una fila ordenada y pacífica de personas que pretendían presentar una apelación oficial.

Ren Guoxian, nacido y criado en Pekín, comenzó a practicar Falun Gong en 1998. En ese momento, grandes grupos de practicantes de Falun Gong meditaban juntos en espacios públicos como parques y plazas de toda la ciudad, expresó Ren durante la manifestación.

Pero en 1999, «el ambiente se volvió súper tenso», afirmó Ren. En marzo y abril, hubo informes de acoso a practicantes de Falun Gong y, el 24 de abril, «se produjo un incidente brutal en Tianjin, una ciudad cercana a Pekín, donde la policía golpeó y arrestó ilegalmente a más de 40 practicantes de Falun Gong».

Ren se enteró por practicantes de Falun Gong con los que meditaba en un parque que la policía les había dicho que la única forma de apelar los arrestos era «denunciar la situación al gobierno central», y los practicantes sugirieron hacer precisamente eso.

Ren indicó que, consciente de la masacre de la plaza de Tiananmen en 1989, dudaba en involucrarse con el régimen, pero tenía reservas sobre no hacer nada.

«Yo también soy practicante de Falun Gong. He obtenido beneficios tanto físicos como mentales al practicar Falun Dafa. Es como si me hubieran dado una segunda vida y hubiera escapado de la situación desesperada causada por la enfermedad. Si me arrestaran sin motivo, ¿no esperaría yo también que otros practicantes me echaran una mano?», cuestionó Ren en la manifestación.

Al día siguiente, Ren y otro practicante de Falun Gong tomaron juntos un autobús para llegar a la Oficina de Cartas y Llamadas del Consejo de Estado. Pensó en pedir indicaciones después de caminar hasta la calle aproximada desde la parada del autobús, pero cuando dobló la esquina vio que ya había mucha gente allí y que la policía les indicaba que hicieran fila en la acera y rodeasen Zhongnanhai.

«En ese momento me quedé un poco desconcertada. ¿La Oficina de Cartas y Llamadas del Consejo de Estado está dentro de Zhongnanhai?», expresó Ren en la manifestación. Más tarde se enteró de que el régimen pretendía utilizar la situación como una oportunidad para tomar fotos y afirmar falsamente que los alrededores de la sede política eran prueba de un posible levantamiento.

Ren subrayó que, cerca de las 8 de la mañana, se corrió la voz de que el entonces primer ministro Zhu Rongji iba a enviar a unos representantes para hablar con los practicantes de Falun Gong.

«Durante el proceso, todo el mundo estaba muy callado. Algunos practicantes que estaban en primera fila leían [libros de Falun Dafa], mientras que otros, en la última fila, hacían los ejercicios. Los más mayores, cansados de estar de pie, se sentaron en el suelo para descansar un rato», añadió Ren. «Aunque el número de manifestantes superó los 10 000 y duró todo el día, desde el principio hasta el final, nadie gritó consignas, nadie levantó pancartas, nadie dio discursos, nadie distribuyó folletos, nadie hizo ruidos fuertes y no hubo comportamientos extremos».

Alrededor de las 9 de la noche, Ren fue a una tienda cercana para llamar a casa y ver cómo estaban, y cuando regresó vio que los practicantes se estaban dispersando, ya que la policía dijo que los 40 practicantes de Falun Gong serían liberados y que el Estado respondería a otras cuestiones tras un debate.

«Decenas de miles de practicantes de Falun Gong se dispersaron de forma muy ordenada. Me sorprendió la rapidez, el orden y la limpieza de la escena. Me pareció increíble. ¿Cómo es posible que tanta gente se dispersara en tan poco tiempo? Incluso las colillas que la policía tiró al suelo fueron recogidas y no quedó ni un solo trozo de papel en el suelo», aseguró Ren.

El relato de Ren es similar a muchos otros que se han publicado sobre ese día.

24 de abril de 1999

En su intervención en la manifestación, Zhang Guiying, médica, dijo que era profesora de la Universidad Normal de Tianjin y que fue testigo de cómo 45 practicantes de Falun Gong fueron detenidos el 24 de abril.

Después de que se publicara un artículo difamatorio sobre Falun Gong en la revista de la Universidad Normal de Tianjin entre el 21 y el 23 de abril, los practicantes de Falun Gong de la universidad fueron a la redacción de la revista para reunirse con ellos el 23 de abril; Zhang estaba entre ellos.

«No había consignas ni pancartas, ni ruidos fuertes. Solo esperaban en silencio a que el departamento editorial los recibiera», indicó Zhang. Alrededor de las 6 de la tarde, la administración de la Facultad de Educación comenzó a gritar por un altavoz, exigiendo que nos fuéramos, de lo contrario, asumiríamos las consecuencias».

Ese mismo día, un funcionario del PCCh estaba en la universidad y, después de que se marchara en coche, Zhang relató que un gran grupo de policías antidisturbios se abalanzó sobre los practicantes, empujando bruscamente a la gente.

«No importaba si eran jóvenes o ancianos, mujeres o niños, la policía los golpeaba y pateaba», dijo Zhang. «En ese momento, una anciana de unos sesenta años con el pelo gris fue empujada y golpeada brutalmente por la policía. Al cabo de un rato, la anciana se desmayó. Cuatro policías sacaron a otra anciana, dos por los pies y dos por los brazos… La arrastraron por el suelo con la espalda desnuda, y la arrastraron desde la escuela hasta fuera de la puerta y la tiraron fuera».

Los practicantes de Falun Gong viven según los principios de verdad, benevolencia y tolerancia, dijo Zhang, por lo que, ante tal violencia, explicaron pacíficamente a la policía por qué estaban allí e intentaron persuadirles de que hicieran lo correcto. La violencia continuó. Zhang recordó que un joven intervino después de que una joven fuera brutalmente golpeada y la policía le estrelló la cara contra la pared. Contrariamente a estos hechos, los medios de comunicación estatales chinos informaron que nadie había sido golpeado ni detenido.

Zhang dijo que más tarde se enteraron de que un total de 45 practicantes de Falun Gong fueron arrestados sin motivo alguno, y que a ella y a otros practicantes los llevaron al Gobierno Municipal de Tianjin, donde solicitaron su liberación. Les dijeron: «Vayan a Pekín» y presenten su petición ante el Consejo de Estado.

Renunciar al PCCh

An Qiang llegó a Estados Unidos en julio de 2023 como refugiado. Había renunciado al PCCh y en la manifestación dijo que quería compartir el motivo.

«Ya cuando era estudiante, el Partido Comunista me lavó el cerebro y me enseñó que sin el Partido Comunista no habría una nueva China y que nosotros somos los sucesores del comunismo», manifestó An.

Cuando estaba en la escuela primaria, se cruzó con una practicante de Falun Gong, «una anciana [que] me puso un pequeño CD en la mano cuando volvía de la escuela».

«Tenía las palabras «Freegate» escritas en él», añadió, y resultó ser un software que permitía al usuario eludir el muro de censura de Internet del PCCh. Esto llevó finalmente a An a conocer la sangrienta historia del PCCh, incluida la Gran Hambruna y otros acontecimientos importantes en los que el régimen causó decenas de millones de muertes, que luego calificaron de desastres naturales o barrieron bajo la alfombra, concluyó.

An recuerda que el pueblo chino no solo fue golpeado físicamente por el PCCh, sino que el régimen «también distorsionó nuestros pensamientos», incluyendo la incitación al odio contra otras naciones como Estados Unidos y Japón después de que estos países proporcionaran diversas formas de ayuda.

«Bajo el dominio del PCCh, las personas bondadosas de la sociedad han sido objeto de opresión, mientras que quienes actúan con maldad viven en tranquilidad», afirmó. «Hace algunos años, mi tía me contó que, debido a la política de planificación familiar impuesta por el PCCh en aquel entonces, mis padres se vieron obligados a dar en adopción a mi hermana cuando era apenas una niña. Desde entonces no he podido encontrarla. El PCCh destruyó mi familia».

«También hubo un periodo de confinamiento durante la epidemia en el que me encerraron en una habitación y casi me muero de hambre. Vine a Estados Unidos en busca de asilo, y también fueron a mi casa para amenazar a mi padre y a mi familia».

Wang animó a todos los chinos que son miembros del PCCh y de sus grupos afiliados a que se retiren de estas organizaciones. Wang también es presidente de WOIPFG, una organización con sede en Estados Unidos fundada para investigar la persecución de Falun Gong. El grupo ha publicado más de 600 informes hasta junio de 2023.

Dijo que el llamamiento del 25 de abril era emblemático de cómo los practicantes de Falun Gong han respondido ante la persecución desde entonces.

«A lo largo de la historia, cuando se han enfrentado a la opresión de una tiranía poderosa, los seres humanos han levantado la cabeza y han usado la fuerza para acabar con la tiranía. O bien, la han soportado en silencio y han permitido que los destruyera y devastara».

«Ante la brutal persecución del PCCh, los practicantes de Falun Dafa no han respondido con violencia ni se han resignado en silencio. En su lugar, han optado por aclarar la verdad, exponer el mal y salvar a todos los seres vivos del peligro», afirmó Wang.

Con información de Sarah Lu y Linda Lin.

Artículo publicado originalmente en The Epoch Times en español con el título «Miles de personas en NY piden que se acabe la persecución del PCCh contra Falun Gong»

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