Australia ha anunciado que el Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica, uno de los tres componentes de las Fuerzas Armadas de Irán, ha sido declarado oficialmente «organización terrorista de Estado» en virtud de una nueva ley que entró en vigor a principios de noviembre. Se trata de una decisión histórica: es la primera vez que Canberra adopta medidas tan severas contra Irán. La decisión se apoya en la evaluación de la agencia de inteligencia australiana ASIO, según la cual el Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica fue responsable de dos atentados contra la comunidad judía del país: el ataque al restaurante Lewis Continental Kitchen en Sídney, en octubre de 2024, y el asalto a la sinagoga Adass Israel en Melbourne, en diciembre del mismo año.
En un comunicado oficial, el Gobierno calificó los incidentes de «actos cobardes dirigidos contra los judíos australianos, sembrando el miedo y profundizando las divisiones en la sociedad multicultural del país». La ministra de Asuntos Exteriores, Penny Wong, los definió como «ataques sin precedentes y peligrosos perpetrados por una nación extranjera en suelo australiano». A partir de ahora, cualquier «vínculo» deliberado con estas organizaciones en Australia será considerado un delito penal castigado con hasta 25 años de prisión.
Hasta ahora, la legislación australiana se centraba sobre todo en la lista general de «organizaciones terroristas» y estaba dirigida principalmente a grupos no vinculados directamente al Estado, como Hezbolá, Hamás y Al Qaeda. El Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica ha sido más difícil de perseguir judicialmente, precisamente por su naturaleza de organización integrada en el Estado iraní, al formar parte de autoridades soberanas y operar también en contextos gubernamentales oficiales.
Los debates parlamentarios indican que la ley pretende contrarrestar cualquier actividad de organizaciones afiliadas al terrorismo islámico en territorio australiano: desde la transferencia de donaciones y la recaudación de fondos hasta la consultoría y otras actividades profesionales. Además, la norma facilitará la cooperación australiana con países aliados como Estados Unidos, el Reino Unido y Canadá en la vigilancia de las redes de financiación iraníes. El Gobierno australiano ha enviado un mensaje muy claro: cualquier ataque extranjero vinculado al terrorismo islámico contra sus ciudadanos será tratado con la máxima seriedad.
Artículo publicado originalmente en The Epoch Times con el título «L’Australia dichiara organizzazione terroristica il Corpo delle guardie della Rivoluzione islamica».
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