El partido gobernante de Portugal, Alianza Democrática, liderado por el primer ministro Luis Montenegro, obtuvo el mayor número de votos en las elecciones generales del 18 de mayo, pero nuevamente no logró asegurar una mayoría parlamentaria.

Los resultados electorales mostraron que la Alianza Democrática de centroderecha había obtenido el 32,1 por ciento de los votos, seguida por el Partido Socialista con el 23,4 por ciento y el partido populista conservador Chega con el 22,6 por ciento.

La Alianza Democrática obtuvo 86 de los 230 escaños de la Asamblea Nacional, quedando lejos de los 116 necesarios para obtener la mayoría. Montenegro afirmó que los resultados reflejaban el voto de confianza del pueblo a su partido, que recientemente fue desbancado del gobierno minoritario por la oposición en una moción de censura.

«El pueblo quiere este Gobierno y no quiere otro. El pueblo quiere a este primer ministro y no quiere otro», declaró Montenegro a sus simpatizantes, según informó RTP News de Portugal.

«Esperamos sentido de Estado, sentido de responsabilidad, respeto a las personas y un espíritu de convivencia en la diversidad, pero también de convergencia y de salvaguarda del interés nacional», añadió.

Portugal celebró elecciones anticipadas después de que la Alianza Democrática perdiera un voto de confianza en el Parlamento en marzo, provocado por la controversia sobre posibles conflictos de intereses en los negocios del bufete de abogados familiar de Montenegro.

Montenegro negó haber actuado mal.

La Alianza Democrática estuvo en el poder menos de un año antes de ser derrocada. En las últimas elecciones generales, obtuvo 80 escaños y gobernó en minoría.

En su discurso de victoria ante sus partidarios el 18 de mayo, Montenegro pidió a los partidos políticos que respetaran la voluntad del pueblo.

«Los portugueses no quieren más elecciones anticipadas, quieren una legislatura de cuatro años», dijo a sus partidarios que coreaban su lema de campaña: “Dejen a Luis trabajar».

«No me parece que haya otra solución de gobierno que la que surge de la voluntad libre, democrática y convencida del pueblo portugués», afirmó.

El segundo puesto en las elecciones sigue siendo incierto debido al estrecho margen de votos entre el Partido Socialista y Chega. Según informes locales, este resultado solo podrá determinarse tras el recuento de los votos en el extranjero.

«Aún no sabemos si quedaremos en segundo o tercer lugar», declaró a la prensa Pedro Pinto, líder de la bancada de Chega. «Lo que sabemos es que el sistema ya se tambalea”.

El líder de Chega, André Ventura, afirmó que su partido hizo historia al convertirse en el segundo partido más grande del parlamento. El partido obtuvo 58 escaños, frente a los 50 del año pasado. Chega solo obtuvo el 18% de los votos en las elecciones anteriores.

«Podemos declarar oficialmente y con seguridad que el bipartidismo ha terminado», dijo Ventura a los periodistas.

Durante los últimos 50 años, el liderazgo político en Portugal se ha alternado principalmente entre los socialdemócratas y el Partido Socialista. Sin embargo, en los últimos años se ha observado un impulso hacia la derecha.

En estas elecciones, los socialistas se enfrentaban a lo que posiblemente sería su peor resultado desde 1987, cuando también consiguieron 58 escaños.

Mientras tanto, el líder socialista Pedro Nuno Santos anunció el 18 de mayo que renunciaría como líder del partido y convocaría elecciones internas.

Segunda vuelta en Polonia: una encrucijada para la nación

El candidato europeísta de Polonia logró una ligera ventaja presidencial en la coyuntura nacional por lo que se prevé segunda vuelta.

En una elección presidencial polaca muy disputada celebrada el 18 de mayo, Rafal Trzaskowski, de la gobernante Coalición Cívica (KO), lideró por un estrecho margen la primera vuelta de las elecciones, según una encuesta a la salida de Ipsos.

Trzaskowski, alcalde de Varsovia y miembro de la coalición proeuropea y liberal centrista KO del primer ministro Donald Tusk, obtuvo el 31,36 por ciento de los votos, ocupando un puesto por delante del historiador conservador Karol Nawrocki con el 29,54 por ciento, quien cuenta con el respaldo del partido nacionalista Ley y Justicia (PiS).

Trzaskowski, un político experimentado con una base liberal y urbana, contrasta con Nawrocki, un recién llegado sin experiencia electoral pero apoyado por los votantes conservadores, rurales y nacionalistas del PiS.

La carrera presidencial de Polonia enfrenta a dos candidatos con visiones marcadamente diferentes y decidirá si Varsovia profundiza su trayectoria proeuropea bajo el liderazgo del Primer Ministro Donald Tusk o avanza hacia un camino nacionalista.

En Polonia, el presidente tiene el poder de vetar una legislación y permitir que el nuevo presidente apoye u obstruya las reformas y la agenda del gobierno de Tusk.

Trzaskowski defiende la profunda integración de Polonia en la UE, impulsando un papel fundamental en la formulación de políticas europeas. Respalda el apoyo militar a Ucrania y recientemente expresó su apoyo a una postura más firme contra el aumento de la inmigración.

Nawrocki, escéptico con la UE, apoya la soberanía polaca y una sólida alianza entre Estados Unidos y Polonia. Se dice inspirado por la visión del presidente estadounidense Donald Trump, Make America Great Again, y se opone a cualquier mayor liberalización del aborto y los derechos LGBT, solidarizándose con políticas que se alineen con los principios católicos tradicionalistas del PiS.

Algunos votantes esperan que estas elecciones rompan el estancamiento político.

«Creo que para muchos polacos estas elecciones son muy importantes, un encuentro de diferentes visiones del país», declaró a NTD un humanista polaco que prefirió permanecer en el anonimato, mientras los ánimos estaban a flor de piel durante la campaña electoral.

«Espero que, a pesar de todas las diferencias que existen actualmente en Polonia, el nuevo presidente contribuya a reducir las divisiones sociales y a lograr una mayor concordia y armonía en la vida social», añadió.

La segunda vuelta será el 1 de junio.

Nosotros «vamos por la victoria. Dije que estaría reñido y lo está», dijo Trzaskowski a sus seguidores. «Tenemos muchísimo trabajo por delante y necesitamos determinación».

Nawrocki también dijo a sus seguidores que confiaba en la victoria en la segunda vuelta.

Estas elecciones polacas se producen en un momento político para la UE, caracterizado por la actual guerra entre Rusia y Ucrania, el aumento del apoyo a los valores conservadores después de décadas de liberalización y unas relaciones más estrechas entre Estados Unidos y la UE.

Desde el inicio de la guerra entre Rusia y Ucrania, Polonia, como el quinto miembro más poblado y la sexta economía más grande de la UE, ha adquirido una nueva estatura en el escenario europeo.

El 7 de mayo, apenas un día después de la investidura del canciller alemán Friedrich Merz, visitó Varsovia para reunirse con Tusk, tras una reunión con el presidente francés Emmanuel Macron en París.

Dos días después, el 9 de mayo, con motivo del «Día de Europa», Tusk viajó a Nancy, Francia, para firmar un nuevo tratado de amistad franco-polaco con Macron, declarando una «unidad irreversible» entre las dos naciones.

Al día siguiente, Tusk se unió a Macron, Merz y el primer ministro británico, Keir Starmer, en Kiev, para pedir colectivamente un alto el fuego inmediato e incondicional entre Rusia y Ucrania.

Geográficamente, Polonia sirve como amortiguador entre la OTAN y la influencia rusa, limitando con Bielorrusia al este y Ucrania al sur, lo que la convierte en un pilar fundamental de la seguridad regional.

Polonia ha impulsado políticas de defensa sólidas de la OTAN y, después de la invasión a gran escala de Ucrania por parte de Rusia en 2022, expresó rápidamente su apoyo a Kiev y se convirtió en una de las mayores fuentes de ayuda militar de Ucrania y lugares de refugio para los ucranianos que huyen de la violencia.

Rumanía

Nicusor Dan, alcalde de Bucarest, Rumanía, ganó las elecciones presidenciales de Rumanía el 18 de mayo.

Las elecciones fueron seguidas de cerca en todo el continente europeo, con candidatos nacionalistas y pro-Unión Europea compitiendo por la presidencia rumana.

Los resultados oficiales de casi todos los centros de votación mostraron que Dan obtuvo alrededor del 54 por ciento de los votos emitidos por los votantes del país miembro de la UE y la OTAN de aproximadamente 19 millones de personas, mientras que el nacionalista George Simion obtuvo el 46 por ciento.

La victoria de Dan llega después de semanas de estar por detrás de Simion, un partidario de las políticas del presidente estadounidense Donald Trump y un euroescéptico que se opone a la ayuda militar a Ucrania.

Dan abogó por la lucha contra la corrupción rampante y por el mantenimiento de los vínculos existentes de Rumanía con sus vecinos europeos.

Dan se enfrentará a la prueba de tener que nombrar a un primer ministro para negociar una mayoría en el Parlamento. Esto será crucial para reducir el déficit presupuestario del país, que es el mayor de cualquier otro en la Unión Europea (UE).

También tendrá que tranquilizar a los inversores e intentar impedir que se rebaje la calificación crediticia de Rumanía.

«Se avecina un período difícil, necesario para que el reequilibrio económico siente las bases de una sociedad sana. Les pido que tengan esperanza y paciencia», dijo Dan a sus partidarios tras la publicación de las encuestas a pie de urna.

Rumanía es miembro tanto de la UE como de la OTAN, y las facultades de su presidente incluyen la dirección del consejo de defensa nacional, que determina la ayuda militar. El presidente también supervisa los asuntos de política exterior y puede vetar cualquier votación de la UE que requiera consenso.

Tras el cierre de las votaciones el 18 de mayo, Simion escribió en Facebook: «¡Gané! ¡Soy el nuevo presidente de Rumanía y devuelvo el poder a los rumanos!». Pero Simion reconoció la derrota esa misma noche.

La votación del 18 de mayo tuvo lugar casi seis meses después de las elecciones iniciales, que fueron canceladas por acusaciones de interferencia rusa, algo que Moscú negó. Esa contienda resultó favorable al conservador y euroescéptico Calin Georgescu, a quien se le prohibió presentarse de nuevo.

Con la contribución de NTD News e información de The Associated Press y Reuters.