Emmanuel Macron llegó el jueves por la mañana al edificio Europa para defender la postura de Francia sobre el acuerdo entre la Unión Europea (UE) y el Mercado Común del Sur (Mercosur). Adoptó un tono defensivo, poco habitual en él. La Comisión Europea buscaba recabar el respaldo de los 27 Estados miembro antes del viernes para firmar el tratado de libre comercio con Brasil, Argentina, Paraguay y Uruguay. El plan, con el respaldo decidido de Alemania, era rubricarlo el sábado en Brasil.
Ante esa presión, el presidente francés insistió en la necesidad de aplazar la firma. «No me gusta que se engañe a la gente, así que no voy a engañar a nuestros agricultores», declaró a la prensa, apelando a «un poco de sentido común». Añadió: «Si se pretende imponer esto hoy, seré muy claro: Francia se opondrá; debemos ser respetados».
Italia, un aliado decisivo
Entre bastidores, la cumbre estuvo marcada por largas conversaciones. Al término de la jornada, Macron se impuso y se aceptó el aplazamiento. Los defensores del acuerdo, considerado favorable para los sectores industriales —en particular en Alemania—, tuvieron que aceptar el cambio de calendario.
El papel de la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, resultó determinante. A menudo presentada como rival del presidente francés, tomó la iniciativa y llamó al presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva para pedirle un aplazamiento de hasta un mes. Lula, pese a su cercanía con Macron, aceptó trasladar la petición al Mercosur.
Esa misma noche, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, anunció que la firma se aplazaba hasta enero. Un diplomático europeo resumió la situación: «Meloni está jugando con mucho cuidado; esta es una cumbre importante para ella». Otro añadió: «Macron nunca le dará las gracias públicamente, y ella nunca dirá que lo hizo como un favor».
Reacciones en Francia
En París, el Gobierno francés se adjudica el resultado y asegura haber encabezado el rechazo al texto en su forma actual. La oposición, en cambio, denuncia una pérdida de influencia del jefe de Estado, a dieciséis meses del final de su mandato.
En TF1, el coordinador de La Francia Insumisa, Manuel Bompard, dijo temer que «la voz de Francia tenga tan poco valor hoy en día debido a Emmanuel Macron que, en cierto modo, se pueda pasar por encima de Francia en el plano europeo». Marine Le Pen, por su parte, cuestionó la capacidad del presidente para «decir no a la Comisión Europea».
Condiciones francesas pendientes
El aplazamiento a enero no zanja el debate. Bruselas sigue tratando de atender tres exigencias francesas: una «cláusula de salvaguardia» para proteger los mercados agrícolas, «cláusulas espejo» sobre normas sanitarias y medioambientales, y controles sanitarios reforzados en la importación.
Macron sostiene que esas «condiciones» avanzan «en la dirección correcta» y afirma que Francia aceptará el texto cuando se cumplan esos puntos. También considera que el acuerdo, en conjunto, beneficia a determinados sectores, en particular al vitivinícola y al industrial.
Con todo, la prórroga se considera frágil y el debate amenaza con reabrirse en Francia, donde la mayoría de los partidos quiere enterrar definitivamente el acuerdo con Mercosur.
La posición de España
Pese a la posición del sector rural de su país, el presidente español Pedro Sánchez ha defendido el acuerdo con el Mercosur subrayando la importancia estratégica para la UE de abrirse a nuevos mercados.
Ante la noticia del aplazamiento, tras las presiones de Francia e Italia, Sánchez ha asegurado: «Si hemos esperado veinticinco años, podemos esperar veinticinco años y un mes» para su firma.
En una rueda de prensa celebrada tras la finalización del encuentro en la capital belga, Sánchez ha afirmado que «ha llegado el momento» de culminar el pacto reiterando que el convenio permitiría «vehicular y diversificar las relaciones comerciales de la UE hacia otros bloques regionales y países en un momento decisivo a nivel empresarial y económico».
Artículo publicado originalmente en The Epoch Times Francia con el título «Accord UE‑Mercosur : Emmanuel Macron obtient un report d’un mois à Bruxelles».
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