Las detenciones en España relacionadas con delitos de terrorismo han aumentado considerablemente, alcanzando un récord de 66 arrestos en poco más de cinco meses, según los registros del Ministerio del Interior.
Si esta tendencia continúa, es probable que al finalizar 2025 se igualen o incluso superen los 131 detenidos de 2004, el año del devastador atentado de Atocha que dejó 193 muertos y más de 2000 heridos, un hecho que marcó un punto de inflexión en la lucha contra el terrorismo y planteó un desafío sin precedentes para las fuerzas de seguridad.
Los casos vinculados al terrorismo, en constante evolución, asumen cada vez nuevas formas y se intensifica de manera creciente. A modo comparativo, en 2024, se realizaron 81 detenciones en todo el año; en 2023, 78; y en 2022, 46.
La mayoría de las operaciones del presente año se han desarrollado en Barcelona, Melilla, Valencia, Murcia y Madrid. Estos son algunos de los perfiles:
Una academia de la yihad para mujeres bajo supuestas enseñanzas religiosas
Una operación de la Policía Nacional finalizó el 30 de mayo con la detención en Alcorcón, Madrid, de dos hermanas de 19 y 21 años y de nacionalidad española, quienes habían creado «una academia de la yihad dirigida a mujeres».
«Las dos detenidas dirigían una plataforma online en la que, bajo supuestas enseñanzas religiosas, adoctrinaban en el ideario yihadista de Daesh a otras mujeres. Las detenidas tomaban grandes precauciones para tratar de pasar desapercibidas para las fuerzas de seguridad mientras realizaban su labor de adoctrinamiento», destacó el OIET.
Habían creado una compleja red virtual donde se inoculaba la ideología pro yihadista del Estado Islámico hacia otras fieles musulmanas, informó la Policía Nacional a través del Ministerio del Interior. El Juzgado Central de Instrucción número 6 de la Audiencia Nacional decretó el ingreso en prisión de una de ellas y la libertad con medidas cautelares para la otra.
Terrorismo vinculado al movimiento extremista Tehreek-e-Labbaik Pakistan
En una operación conjunta entre la Policía Nacional, los Mozos de Escuadra y la policía italiana, fueron detenidas 11 personas en España, diez de ellas en Barcelona y su área metropolitana, y una más en Italia, por su presunta vinculación con delitos relacionados con el terrorismo, según informó el Ministerio del Interior el 7 de marzo.
Una de las detenidas administraba un grupo de mensajería instantánea, compuesto íntegramente por mujeres, en el que se promovían conductas terroristas.
Esta operación es la tercera fase de una investigación, que ha llevado a la detención de 30 personas más en España durante los últimos tres años, todas ellas pertenecientes a una organización radical pakistaní.
El Observatorio Internacional de Estudios contra el Terrorismo (OIET) informó sobre este caso destacando que los detenidos, de nacionalidad pakistaní, formaban una célula terrorista independiente vinculada al movimiento extremista Tehreek-e-Labbaik Pakistan.
«Esta célula estaba completamente jerarquizada y estructurada, con un reparto claro de tareas. A los detenidos se les atribuyen presuntos delitos de enaltecimiento, apología, adoctrinamiento y financiación del terrorismo. Además, se cree que estaban iniciando planes para llevar a cabo alguna acción terrorista», añadió.
En otro caso relacionado con el terrorismo pakistaní, en 2023, el Gobierno de España decidió expulsar hacia Pakistán a 14 miembros radicalizados, que habían sido detenidos en el país.
Terrorismo de Hezbolá por drones capaces de transportar cargas explosivas
El OIET informó sobre un operativo internacional llevado a cabo el 1 de abril, en el que participó la Guardia Civil, y que resultó en la detención en Barcelona de tres personas vinculadas a Hezbolá, así como de otras en Reino Unido y Francia. La operación se desarrolló en la misma vivienda en la que en julio de 2024, ya se había detenido a otros individuos relacionados con labores de apoyo logístico a la misma organización terrorista.
La Guardia Civil señaló que los sospechosos estaban siendo investigados en una operación contra Hezbolá por la adquisición de material destinado a la fabricación de drones capaces de transportar cargas explosivas de varios kilogramos. Estos drones, que pueden recorrer grandes distancias y variar su perfil de vuelo, son complicados de neutralizar.
«El análisis de las evidencias recogidas durante la primera fase de la operación realizada en julio del año pasado ha permitido identificar a nuevas personas implicadas, confirmar el modus operandi utilizado y descubrir nuevos delitos», indicó la Guardia Civil de Barcelona, según el Ministerio del Interior.
Sobre este caso se informó que dada la complejidad de la operativa investigada, la ramificación de la estructura en diferentes países y la necesidad de articular diversas medidas de investigación tanto dentro del marco de la Unión Europea como en terceros países, se ha contado con la coordinación a través de EUROJUST para la implementación efectiva de dichas medidas. A nivel policial, se han llevado a cabo acciones simultáneas en varios países, coordinadas de manera conjunta, en las que han participado diversas agencias de seguridad, como la DGSI francesa, la BKA alemana y el Counter Terrorism Command de la Policía Metropolitana británica.
Tras la puesta a disposición judicial de los detenidos, solo una persona ingresó en prisión y los restantes quedaron en libertad provisional con medidas cautelares.
«Combatientes terroristas extranjeros»
El 15 de mayo, un operativo de Guardia Civil en Guadalajara finalizó con la detención de un combatiente terrorista extranjero (CTE) que estuvo integrado en Daesh bajo el califato yihadista sirio-iraquí, informó el OIET.
Sobre el detenido recaía una Orden Internacional de Detención emitida por las autoridades judiciales marroquís con motivo de su desplazamiento a la zona de conflicto sirio-iraquí y de su integración en las filas de la organización terrorista Daesh.
«El control y seguimiento de la amenaza que representan los Combatientes Terroristas Extranjeros (CTE) integrados en las múltiples organizaciones de carácter terrorista que operan en diferentes ámbitos geográficos, también conocidos como Foreign Terrorist Fighters (FTF), es una prioridad tanto para la Guardia Civil como para los diferentes servicios contraterroristas a nivel internacional», informó el Ministerio.
En otro caso del 18 marzo, miembros de Guardia Civil detuvieron en Granada a una persona de nacionalidad marroquí que mantenía una intensa labor en redes sociales compartiendo y difundiendo propaganda yihadista en la que, además, enaltecía las acciones terroristas cometidas por Daesh. El detenido es hermano de un combatiente terrorista extranjero desplazado a Siria y que murió allí en el año 2014. Al detenido, se le imputan, entre otros, delitos de autocapacitación y adiestramiento terrorista.
Había llegado a crear una plataforma para la agregación y difusión pública de contenido yihadista, que llegó a aglutinar más de 30 gigabytes de material multimedia oficial de dicha organización terrorista de alto contenido violento. informó la Guardia Civil según el Ministerio del Interior. «Destaca el uso intensivo de bots (aplicaciones automatizadas diseñadas para interactuar con personas y/o proporcionar información a demanda) de determinadas aplicaciones de mensajería que hacía el detenido para acceder a canales del Daesh. De este modo, lograba extraer información idónea para la auto capacitación de múltiples facetas terroristas, entre las que destaca la búsqueda de información para la confección de explosivos».
Un combatiente terrorista extranjero expulsado tras intentar entrar por Ceuta
La Guardia Civil informó el 21 de enero que detuvo en Ceuta a un retornado de nacionalidad tunecina cuando pretendía acceder a territorio español de manera irregular. La investigación desarrollada puso de manifiesto que esta persona se desplazó en 2016 a Siria con el fin de unirse a una organización terrorista. Tras completar las actuaciones, en coordinación con el Grupo Central de Expulsiones de la Policía Nacional, ha sido expulsado a su país de origen.
Las autoridades mencionan que el retorno de individuos que, desde el conflicto de Siria en 2011 se unieron a grupos terroristas como Daesh o Al Qaeda, se considera un grave riesgo para la seguridad nacional, derivado de la formación en el uso de armas y explosivos que adquieren los terroristas desplazados.
«Por ello, la Guardia Civil trabaja en la detección de estos retornados, mediante sus capacidades de actuación integral, que incluyen la vigilancia en los puntos de entrada y salida del país».
Detienen a implicado en un atentado mortal en Bélgica
En enero, agentes de la Policía Nacional detuvieron en el aeropuerto de Málaga a un fugitivo buscado por las autoridades de Bélgica tras haber estado implicado en un atentado terrorista que tuvo lugar en el mes de octubre de 2023 en Bruselas. El ataque, en los momentos previos a un encuentro de fútbol que iba a tener lugar entre las selecciones de Suecia y Bélgica en 2023, acabó con la vida de dos personas y dejó varios heridos.
Las autoridades belgas le consideran como la persona que habría facilitado el arma de fuego al atacante, que habría sido abatido en momentos posteriores por las autoridades policiales belgas.
El fugitivo se enfrentaba a una condena de cadena perpetua al estar reclamado por las autoridades de Bélgica por los delitos de atentado terrorista, homicidio y lesiones graves.
Radicalización y armas
Varios casos de radicalización involucraron posesión de armas e intención de fabricar armas.
El 17 de marzo, agentes de Guardia Civil realizaron una operación en diversas provincias de Burgos, Salamanca y Huelva, que concluyó con la detención de tres personas que se encontraban en un avanzado proceso de radicalización. Durante el registro domiciliario se incautó un arma blanca así como documentación relacionada con Daesh, incluyendo manuales sobre fabricación de explosivos, informó el OIET.
Los detenidos en Huelva y Burgos fueron enviados a prisión provisional.
El 25 de febrero, miembros de Policía Nacional detuvieron en Padrenda, Ourense, a un menor de 16 años. El menor mostraba simpatía por Daesh y había descargado las semanas previas a su detención diversos manuales de esta organización terrorista, entre ellos alguno sobre cómo fabricar bombas. Su aparente deseo de cometer una acción terrorista aceleró la operación, añadió el OIET.
En un caso de Murcia, en abril agentes de la Guardia Civil han detenido a un individuo por presuntos delitos de terrorismo. El detenido, seguidor de las ideologías de grupos como Daesh desde 2019, había experimentado una reciente radicalización, lo que incrementó su comportamiento y actividad sospechosos.
El entorno familiar del detenido ya había sido objeto de investigaciones, ya que un familiar cercano había sido expulsado de España en 2020 por actividades vinculadas a la seguridad nacional. Durante la investigación, se descubrió que el detenido realizaba búsquedas en internet sobre el uso de artefactos explosivos y armas, además de buscar información sobre las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad. Ante los sólidos indicios de su implicación en actividades terroristas, se tomaron medidas para neutralizar la amenaza, y tras ser puesto a disposición judicial, se decretó su ingreso en prisión.
Otras dos personas fueron detenidas en abril en una doble operación realizada por Policía Nacional en Zaragoza y Tortosa, de Tarragona. La relación que ambos mantenían era de adoctrinador activo y pasivo bajo la ideología de Daesh. Además, en el momento de la detención ambos estaban en posesión de armas adquiridas en el mercado negro, gracias a su relación con el crimen organizado.
Otros casos de radicalización
Al menos ocho casos de radicalización terrorista han terminado con detenciones en Barcelona, Soria, Madrid y Toledo.
El 28 de abril, tres personas fueron detenidas en los municipios barceloneses de Castelldefels y Montcada i Reixac. El 9 de abril, la Policía Nacional arrestó en el centro penitenciario de Soria a un hombre, que ya estaba preso por delitos comunes, y al que ahora se le imputan presuntos delitos de autocapacitación y adoctrinamiento terrorista. Este detenido se había radicalizado bajo los postulados de Daesh y había manifestado en prisión su intención de cometer acciones violentas en España antes de trasladarse a una zona de conflicto para unirse al grupo terrorista.
El 17 de marzo, la Guardia Civil detuvo a una persona en Santa Coloma de Gramanet, Barcelona. El 9 de marzo, la Policía Nacional arrestó a otras cuatro personas en Madrid en una operación contra el terrorismo. Tres de los detenidos residían en Alcobendas, mientras que el otro vivía en la capital.
El 16 de enero, en una operación contra el terrorismo, la Guardia Civil, con la colaboración del DGSI de Marruecos, detuvo a tres personas en Fuensalida, Toledo, una de ellas menor de edad. Estos individuos se encontraban en un avanzado proceso de radicalización. Los detenidos llevaban a cabo una intensa labor en redes sociales, desde donde distribuían contenido yihadista, principalmente asociado a Daesh, a través de numerosos perfiles.
Adoctrinamiento
La mayoría del resto de las detenciones fueron casos de radicalización con adoctrinamiento a terceros. En Melilla: 3 detenidos; Córdoba: 1 detenido; Valencia: 1 detenido; Pontevedra: 3 detenidos; Leganés, Madrid: 1 detenido; Santiago de Compostela: 1 detenido.
Casos bajo secreto sumario publicados por el OIET
Entre las operaciones contra el yihadismo en España, destacadas por el Observatorio Internacional de Estudios contra el Terrorismo en 2025, se han llevado a cabo diversas detenciones bajo secreto sumario en varias provincias. Estas incluyen arrestos en Vizcaya, Álava, Valencia, Alicante, y Murcia.
Algunos de los casos más relevantes incluyen la detención de dos personas en Basauri y Bilbao (Vizcaya) el 3 de junio, y de dos más en Amurrio y Llodio (Álava) el 2 de junio, ambas operaciones realizadas por la Guardia Civil. También destaca la detención de una persona en Alzira (Valencia) el 23 de mayo y una más en Sevilla el 19 de mayo. Además, se han registrado arrestos en Calpe (Alicante) y Murcia, incluyendo la detención de dos menores en Crevillente (Alicante) el 11 de febrero. La mayoría de estos casos aún están bajo secreto sumario, por lo que no se proporcionan más detalles.
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