El balance de muertos del segundo tiroteo masivo con más víctimas registrado en Australia asciende, hasta ahora, a 15 personas, además de uno de los dos atacantes, que abrieron fuego contra una multitud reunida para celebrar el primer día de Janucá en la playa de Bondi, en Sídney, el 14 de diciembre.
De las 29 personas trasladadas al hospital, algunas —entre ellas agentes de policía que acudieron al lugar— permanecen en estado crítico, por lo que la cifra podría aumentar.
Entre los fallecidos figuran una niña de diez años y el rabino británico Eli Schlanger, jefe de la misión de Jabad en Bondi y uno de los organizadores del acto «Janucá junto al Mar».
Al menos 1000 personas estaban reunidas en la playa cuando los dos atacantes abrieron fuego desde un puente cercano, hacia las 18:45 (hora del este de Australia).
La Policía del Estado de Nueva Gales del Sur (NSW) calificó el suceso de ataque terrorista y la Policía Federal Australiana (AFP) se sumó a la investigación.
El FBI también ofreció ayuda, y el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, calificó lo ocurrido de «ataque puramente antisemita», en línea con el primer ministro australiano, Anthony Albanese, quien habló de «antisemitismo perverso».
¿Quiénes fueron los atacantes?
Los presuntos autores del atentado son un padre y su hijo, Naveed Akram, de 24 años, ambos del oeste multicultural de Sídney. La policía ha descartado la implicación de una tercera persona.
El ataque duró unos diez minutos.
El mayor de los dos, Sajid Akram, de 50 años, murió en el lugar tras ser abatido por la policía. Tenía licencia de armas de fuego desde hacía diez años y poseía seis armas registradas.
Tanto Albanese como el primer ministro de Nueva Gales del Sur, Chris Minns, han dicho que estudiarán endurecer aún más la legislación sobre armas.
El director de la Organización Australiana de Inteligencia de Seguridad (ASIO), Mike Burgess, afirmó que la agencia investiga la identidad de los atacantes y si hay alguien más en la comunidad con intenciones similares.
«Conocíamos a uno de estos individuos, pero no representaba una amenaza inmediata, por lo que debemos investigar lo sucedido», indicó.
El comisario de la Policía de Nueva Gales del Sur, Mal Lanyon, informó de que se hallaron dos artefactos explosivos improvisados (IED, por sus siglas en inglés) cerca del puente desde el que dispararon los atacantes. Fueron retirados en un vehículo blindado.
Lanyon los describió como «básicos» y aseguró que no habían sido activados, pero se negó a aportar más detalles, ya que la investigación continúa.
También rehusó pronunciarse sobre la presunta presencia de una bandera negra del Estado Islámico en el lugar.
«Investigaremos los motivos del atentado…», afirmó. «La pesquisa será exhaustiva y facilitaremos más información cuando sea posible».
Añadió que los dos agentes de la Policía de Nueva Gales del Sur hospitalizados tras el atentado se encuentran en estado crítico, pero estables.
También confirmó que se reforzará la presencia policial en los lugares de reunión de la comunidad judía local.
«Nos aseguraremos de ser muy visibles en los lugares de culto y en otros puntos que frecuenta la comunidad judía, especialmente en los suburbios con una importante población judía», dijo Lanyon.
«Quiero dejar muy claro que la Policía de Nueva Gales del Sur no tolerará la violencia ni los comportamientos antisemitas que hemos visto. Tendremos 328 agentes sobre el terreno esta mañana como parte de la Operación Refugio».
El comisionado de Ambulancias de Nueva Gales del Sur, Dominic Morgan, informó de que el operativo movilizó a 123 paramédicos y que los primeros llegaron al lugar en diez minutos.
El héroe que desarmó a uno de los terroristas
Unas imágenes difundidas en redes sociales muestran a un ciudadano abalanzándose sobre Naveed Akram y arrebatándole un rifle de alta potencia.
Se trata de Ahmed al-Ahmed, de 43 años.
Su primo, Mustafá, declaró a la prensa: «Aún está hospitalizado y no sabemos exactamente qué está pasando. El médico dice que está bien. Esperamos que esté bien. Es un héroe, sin duda. Tiene dos disparos, uno en el brazo y otro en la mano. Ha tenido que ser operado».
Minns rindió homenaje a su valentía: «Ese hombre es un auténtico héroe, y no me cabe duda de que muchísima gente sigue viva esta noche gracias a su valentía».
El peor atentado con armas de fuego en Australia ocurrió en Port Arthur, en Tasmania, en 1996, cuando un solo atacante mató a 35 personas e hirió a otras 23, lo que llevó al Gobierno a endurecer la normativa sobre la tenencia de armas.
27 heridos siguen hospitalizados
Según el último comunicado de NSW Health, 27 heridos seguían ingresados a la 1 p. m. del 15 de diciembre.
De ellos, 15 están estables; seis, en estado crítico pero estable, y otros seis permanecen en estado crítico.
«Los pacientes continúan recibiendo el alta o siendo trasladados a otros hospitales cuando es necesario», declaró un portavoz de NSW Health.
Además, algunos afectados se han presentado por sus propios medios en hospitales para recibir atención médica.
NSW Health expresó su más sentido pésame a las familias, amigos y allegados de las víctimas mortales y de los heridos en Bondi Beach.
«Un crimen imperdonable», según el Consejo Global de Imanes
Varias organizaciones islámicas han emitido declaraciones de condena del atentado terrorista de Bondi.
El imán Tawhidi, teólogo musulmán australiano y miembro del consejo directivo del Consejo Global de Imanes (GIC), afirmó que el atentado no fue un simple acto de violencia.
El GIC es una organización no gubernamental internacional integrada por académicos islámicos y líderes religiosos de distintas sectas y escuelas de pensamiento.
«Fue un acto de terrorismo antisemita calculado, impulsado por el odio, la cobardía y la depravación moral. El asesinato de fieles, incluyendo niños y respetadas figuras y líderes de la comunidad, es un crimen imperdonable que mancha la conciencia de la humanidad», declaró en una publicación en redes sociales.
«Estos terroristas son enemigos de todas las religiones y de toda sociedad civilizada».
Tawhidi añadió que el terrorismo antisemita carece de legitimidad dentro del auténtico liderazgo islámico.
«Mantenemos una solidaridad inquebrantable y sin complejos con la comunidad judía de Australia y con las comunidades judías de todo el mundo», afirmó.
«Su dolor es nuestro dolor. Lo comparten profundamente los musulmanes de todo el mundo que se niegan a permanecer en silencio ante el mal».
El teólogo señaló, además, que el ataque sirve de advertencia para otras democracias, incluida Canadá, sobre la amenaza del islamismo extremista y la retórica antisemita.
También instó a los musulmanes de todo el mundo a rechazar el antisemitismo y a confrontar las ideologías extremistas en sus propias comunidades.
«El silencio es complicidad, y ser neutral ante el terrorismo es un fracaso moral», declaró.
Mientras tanto, la Red de Defensa de Australia y Palestina (APAN) se declaró «devastada e indignada» por el atentado y expresó sus condolencias a la comunidad judía.
«APAN extiende su solidaridad a todos los afectados. Enviamos nuestro más sentido pésame a la comunidad judía. Y hacemos un llamamiento a un compromiso colectivo para rechazar la violencia y promover una sociedad y un mundo basados en la dignidad, la seguridad y el cuidado mutuo», señaló en un comunicado en línea.
«Vivimos tiempos profundamente violentos. Solo podemos contrarrestarlo uniéndonos en cada oportunidad: todos, aquí y en cualquier parte del mundo, debemos poder vivir libres de daño y miedo».
«En momentos como este, es fundamental que las comunidades reciban apoyo con atención, compasión y acceso a los recursos que necesitan para recuperarse y sanar. Y la sociedad en general no debe responder con especulación, difamación, culpabilización y odio».
Artículo publicado originalmente en The Epoch Times con el título «What We Know so Far About the Sydney Mass Shooting Against a Jewish Festival».
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