Los residentes de España e Italia, dos de los destinos vacacionales más populares de Europa, están luchando para llegar a fin de mes en medio de una grave escasez de viviendas asequibles a largo plazo.
Un estudio del Banco Central Europeo y del Banco de España señala que la crisis inmobiliaria española tiene sus raíces en el colapso de la burbuja inmobiliaria en 2008, seguido de un retraso en la construcción de nuevas viviendas hasta 2023.
En un análisis del problema de la vivienda en Italia, Alex Tabarrok, profesor de economía de la Universidad George Mason, señaló la política fiscal de la era de la pandemia como un factor clave que sustenta el problema actual de los costos inflados de los materiales de construcción.
Los costos de alquiler también se han disparado debido a que muchos propietarios de propiedades atienden a inquilinos de vacaciones a corto plazo.
Unos residentes compartieron su opinión sobre la realidad de lo que se necesita para mantener un techo sobre sus cabezas y por qué, para algunos, es difícil mantener las luces encendidas.
A pocas paradas de metro de la famosa calle Gran Vía del centro de Madrid, Andrés Fernández estaba emocionado y un poco nervioso por su decisión de mudarse a la capital de España.
Hay muchos empleos aquí, así que tiene sentido. Pero el precio de la vivienda es desorbitado», declaró Fernández a Epoch Times.
Fernández y su familia son de Barcelona, pero han pasado los últimos 10 años viviendo en Argentina. El joven de 26 años regresó recientemente a España tras terminar la universidad. Cree que sus perspectivas laborales como ingeniero civil son mejores en su país natal que en Latinoamérica.
Los trabajos son mejores y se pagan mejor aquí [en España], pero los costes de alquiler te matan, dijo.
Fernández no puede permitirse vivir solo, así que comparte piso con dos compañeros en el barrio Chueca. Encontrar anuncios en redes sociales de pisos compartidos en España es común debido al alto precio del alquiler.
Aunque los jóvenes profesionales como Fernández se sienten atraídos por Madrid por su sólido mercado laboral y su escena tecnológica, el coste de vida en la capital española es el punto negativo.
Según el portal inmobiliario Idealista, Madrid tiene el segundo coste de alquiler más alto de España, después de Barcelona.
Oferta y demanda en España
Tanto los inquilinos como los propietarios de viviendas en España están sintiendo el dolor a medida que los alquileres, los precios de las viviendas y los costos relacionados con la propiedad aumentan y la disponibilidad disminuye.
El número de alquileres de larga duración en España ha caído un 56 por ciento desde diciembre de 2020, mientras que los precios de alquiler se han disparado un 30 por ciento en el mismo período debido a la creciente demanda.
En Madrid, la comparación del índice de mercado de Idealista mostró que el stock de viviendas en alquiler cayó un 71 por ciento entre 2020 y 2024. Mientras tanto, las comparaciones de precios entre diciembre de 2020 y febrero de 2025 revelaron un aumento de precios del 44 por ciento.
Los aspirantes a propietarios de viviendas se enfrentan a desafíos similares.
Los datos inmobiliarios de abril de 2025 en Madrid indican que los precios de vivienda se dispararon un 24,3 % en los últimos 12 meses, alcanzando un valor histórico de 5.467 €/m2.
En cuanto al alquiler, un anuncio reciente en Madrid de un estudio amueblado de 21 metros cuadrados en el sitio web Homes Anywhere mostró un precio de arriendo mensual de 1270 euros con servicios básicos e Internet incluidos.
Fernández dijo que paga 400 euros al mes por una habitación privada en un apartamento compartido fuera del centro, pero lo suficientemente cerca como para desplazarse en transporte público. Añadió que su parte del alquiler no incluye la electricidad, agua ni el internet.
Los costes de los servicios públicos son una carga creciente para la población de algunas ciudades españolas, especialmente para los propietarios que gestionan negocios.
Las facturas de electricidad están siendo muy caras ahora», declaró Camila propietaria de un hotel en Pamplona, a Epoch Times.
Camila, quien pidió ser identificada solo por su nombre de pila, dijo que su familia posee dos propiedades en la histórica ciudad de Pamplona. Una es un hotel boutique y la otra un hostal para mochileros cerca del popular Camino de Santiago.
Así mismo, indicó que debe ser estricta con el consumo de electricidad en ambos negocios. «Nuestros termostatos de aire acondicionado y calefacción no pueden subir ni bajar la temperatura [cuando los huéspedes los encienden]; son fijos».
Nosotros les pedimos a nuestros huéspedes que apaguen las luces y el aire acondicionado cuando salgan de la habitación.
Camila declaró que a ella y a su familia no les gusta ser tacaños con sus huéspedes, pero el aumento en los costos de la electricidad lo ha hecho necesario.
Ahora todo es más caro. Como propietario, también tienes más gastos, así que ese extra se refleja en el precio de las habitaciones. No hay otra manera de tener un hotel aquí sin arruinarse.
El costo de proporcionar Internet a los huéspedes también ha aumentado en el último año, añadió.
En 2021, el gobierno de España aprobó una ley que reduce el impuesto al valor añadido (IVA) de la electricidad al 10 por ciento mientras el precio del mercado continúe superando los 45 euros por megavatio-hora.
La ley proporcionó una válvula de escape muy necesaria en los precios de la electricidad para los residentes españoles.
Sin embargo, el programa de descuentos finalizó en marzo del año pasado tras la caída del precio de mercado de la electricidad por debajo del mínimo fijado. Ahora, el IVA ha vuelto al tipo estándar del 21 %.
Un ejemplo de Venecia
Italia tiene un problema similar con la vivienda asequible debido a la escasez de viviendas de larga duración y los altos costos de los servicios públicos. Además, algunos italianos afirman que los salarios no se ajustan al costo de vida.
Venecia, uno de los principales destinos turísticos del país (y del mundo), es un excelente ejemplo.
Si eres italiano, es imposible vivir en Venecia, dijo Daniel Marino a Epoch Times.
Originario de los suburbios de Milán, Marino actualmente vive y trabaja en Venecia, una pequeña isla en la costa noreste de Italia que recibe aproximadamente 20 millones de turistas cada año.
Ni siquiera puedes encontrar un apartamento si eres local y, si lo haces, pagarás 900 euros o más solo para vivir en una habitación pequeña<, declaró el joven, enfatizando que ni siquiera sería una habitación bonita
También indicó que tenía suerte porque llegó a Venecia como parte de un programa universitario. El programa incluía alojamiento en residencia y unas prácticas en hostelería que le proporcionaban una remuneración de 1000 euros al mes.
Si tuviera que pagar la vivienda, gastaría mi paga mensual solo en eso, dijo Marino.Es un verdadero problema para los italianos de aquí. Si trabajas en Venecia, probablemente no puedas permitirte vivir aquí con el coste de la vivienda.
El joven explicó que la excepción es si uno nació en una familia veneciana que ya posee una casa o propiedad comercial en la isla.
Como la mayoría de las ciudades, Venecia tiene barrios en tierra firme. Marino dijo que viviría allí si se trata de un suburbio como Marghera, Campalto o Mestre.
Tampoco es barato en estos lugares, y hay que tener cuidado. En la isla es seguro, en cambio en los suburbios [del continente] hay algunas zonas peligrosas, advirtió.
Para aumentar el costo, Venecia tiene el impuesto de recolección de residuos más alto del país, algo que según él, la mayoría de las personas incluso los italianos, no se dan cuenta hasta que se mudan a la Ciudad de los Canales.
El problema del turismo
Marino dijo que incluso si alguien puede permitirse los altos precios de alquiler, la mayoría de los propietarios de propiedades en la isla prefieren ofrecer apartamentos de corto plazo a los turistas.
Desde fuera, tiene sentido. Si tuviera un piso aquí [en Venecia], ¿por qué se lo alquilaría por 900 euros al mes a alguien como yo cuando podría conseguir esa cantidad en una semana de los turistas?
A medida que disminuye el número de alquileres a largo plazo en ciudades españolas e italianas, el alquiler vacacional se ha convertido en un sector en auge. En los últimos años, el auge del teletrabajo y la transición de los hoteles tradicionales a apartamentos independientes más económicos ha impulsado la creciente demanda de alquileres a corto plazo en ambos países.
Esto ha sido objeto de un intenso debate y ha provocado intensas protestas en ambos países. Miles de residentes españoles protestaron en más de 40 ciudades a principios de este mes por el elevado coste de la vivienda debido a la persistente demanda de alquileres vacacionales.
Para ayudar a aliviar la presión sobre el mercado inmobiliario, ciudades como Málaga, Madrid, Sevilla y Alicante han introducido restricciones o prohibiciones totales a los alquileres a corto plazo para ayudar a aliviar la presión sobre el mercado inmobiliario.
Italia ha sido testigo de protestas similares por la falta de viviendas asequibles en medio del aumento de los alquileres vacacionales. En noviembre de 2024, surgieron informes en Roma sobre residentes indignados que sabotearon las cajas de seguridad utilizadas para alquileres vacacionales. Las mismas protestas se llevaron a cabo contra las cajas de seguridad de los alquileres turísticos en Florencia y Milán, lo que provocó la prohibición gubernamental de los alquileres vacacionales con auto acceso.
Otros factores
Los alquileres turísticos han sido los más afectados por el escrutinio de residentes, gobiernos y medios de comunicación durante la crisis inmobiliaria en España e Italia, y es fácil entender por qué. El gran número de turistas que optan por apartamentos de corta estancia en lugar de hoteles lleva años creciendo en ambos países.
El año pasado, España experimentó un aumento de más del 9 por ciento en el alojamiento turístico con respecto a 2023. Durante el mismo período, Italia experimentó un aumento del 6,8 por ciento en las pernoctaciones de no residentes.
Sin embargo, tanto Marino como Camila creen que el aumento de los alquileres a corto plazo es un síntoma de un problema mayor que viene creciendo desde hace años.
La construcción de nuevas viviendas no ha satisfecho las necesidades, afirmó Camila.
Es un problema incluso en su ciudad natal relativamente pequeña, Pamplona, donde la demanda de alquileres a corto plazo ha ejercido una presión adicional sobre el mercado inmobiliario.
A esto se suma el mismo desafío de los costos de construcción inflados que enfrentan los compradores de viviendas españoles.
Marino no cree que haya una respuesta fácil al problema de la vivienda asequible en su país.
Italia no solo tiene una baja edificación, sino que el coste de mantener las casas antiguas es excesivo debido a la inflación. Nadie quiere arreglar sus hermosas casas antiguas, pero tampoco pueden permitirse mudarse a una nueva, dijo.
«Pueden gravar a los compradores y arrendatarios extranjeros cuanto quieran. Eso no cambia el hecho de que los precios son demasiado altos porque los costos asociados también lo son. Este no es un problema sencillo», añadió Marino.
Artículo publicado primero en Epoch Times con el título «Housing Crisis in Spain and Italy Goes Beyond Holiday Rental Boom».
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