PHOENIX—Se reunieron, agarrando banderas estadounidenses mientras las lágrimas recorrían silenciosamente sus rostros. La suave luz de las velas se mezclaba con flores frescas, todo dispuesto bajo dos pancartas con la imagen de Charlie Kirk y una oración deseándole paz en su viaje celestial.
El comentarista conservador fue asesinado por una bala asesina en la Universidad del Valle de Utah en Orem, Utah, el 10 de septiembre. En cuestión de horas, decenas de partidarios se reunieron en Phoenix para honrar su memoria.
Una línea de cinta amarilla mantuvo a raya a la multitud durante una ceremonia separada en la sede de Turning Point USA, donde los miembros del personal inclinaron sus cabezas en oración por el fundador de la organización.
Riley, de 29 años, y su abuela, Betty, se vieron envueltas en una ola de emoción y sus voces se alzaron al unísono mientras estallaban en una sentida interpretación del himno cristiano Amazing Grace.
«Teníamos ganas de empezar a cantar, y lo hicimos», dijo Betty. «Un joven maravilloso que amó a su país y dio su vida por él. Solo podemos esperar y rezar para que este sea un punto de inflexión para Estados Unidos y que su legado perdure con ello».
Kirk, de 31 años, fundador de Turning Point USA, murió de una herida de bala en el cuello mientras hablaba ante una multitud de estudiantes.
A medianoche, su asesino seguía suelto.
Turning Point USA envió un correo electrónico por la tarde para compartir la noticia de que Kirk había fallecido el 10 de septiembre.
«Con gran pesar confirmamos que Charles James Kirk fue asesinado a tiros durante el evento ‘The American Comeback Tour’ de Turning Point USA en la Universidad del Valle de Utah hoy temprano», decía el mensaje.
«Claro que fue político», afirmó Riley sobre el asesinato de Kirk. «A eso se reduce todo».
Relató que estaba en el trabajo cuando llegó la noticia del tiroteo en Utah en forma de un sombrío vídeo del asesinato de Kirk.
«Soy asistente médica y mi enfermera practicante vino y me mostró el video», recordó Riley a The Epoch Times.
Su primer instinto fue levantarse de un salto, pero sus rodillas temblaban bajo ella, amenazando con doblarse bajo el peso de la noticia.
«Simplemente me tapé la cara con la mano, salí y llamé a todas las personas que amo para avisarles de inmediato en caso de que no se hubieran enterado», indicó.
Durante años, había seguido a Kirk, inspirada por su mensaje de fe y libertad. Resaltó que particularmente siempre le resonaron su voz audaz y su firme compromiso con la razón.
Ahora, siente que ha perdido más que un aliado político; en su corazón, ha perdido a un verdadero amigo.
«Eso es lo que se siente», lamentó.
La realidad es que su mensaje enfureció a sus oponentes, y «ha sido una diana en su espalda durante mucho tiempo», añadió.
Riley se estremece al enfrentarse a la inquietante verdad de que la violencia política en Estados Unidos ha alcanzado un nuevo y peligroso nivel.
«Ah, sí, estábamos en el supermercado Fry’s comprando flores. Llevábamos nuestras gorras [MAGA] puestas, y me daba miedo usarla», comentó Riley.
Entre los reunidos para la vigilia vespertina, había confusión y especulaciones en torno al motivo del asesinato de Kirk.
Sin embargo, para Melody, la respuesta fue simple: «alguien con maldad en su corazón».
«Alguien que no teme al Señor. Alguien que ha hecho cosas horribles», añadió su hija Katy, quien asiste a una preparatoria católica privada en Phoenix.
«Estoy bastante segura de que solo Dios puede perdonarlos, pero yo no lo haré», comentó Katy. «No los perdonaré porque le hicieron algo indescriptible a alguien que, a mi modo de ver, no ha hecho nada malo».
John, residente de Mesa, considera a Kirk un mártir de su fe cristiana. Cree que su muerte fortalecerá la determinación de su organización y sus seguidores.
«Él sabía que la gente quería quitarle la vida, pero aun así salió sin miedo y lo mataron», sostuvo John.
Comenzó a seguir el mensaje de Kirk en 2016, aproximadamente en la época de la primera campaña del presidente Donald Trump.
Aunque no estaba de acuerdo con Kirk en todo, admiraba su disposición a hablar con cualquiera, sin importar sus opiniones políticas.
Él creía que, tarde o temprano, los desacuerdos sobre las opiniones conservadoras de Kirk estaban destinados a tornarse violentos.
«Se había creado una imagen de él en internet, y fue blanco de ataques», declaró John a The Epoch Times. «Simplemente lo odiaban».
Stephen, que vive en Phoenix, ve una semejanza en la muerte de Kirk con los sacrificios de los Padres Fundadores.
«Thomas Jefferson dijo una vez que el árbol de la libertad solo se alimenta de la sangre de nuestros patriotas», afirmó Stephen. «Desafortunadamente, Charlie pagó el máximo sacrificio».
«Solo rezo para que su sacrificio encienda la llama de la libertad en todos nosotros y nos dé el coraje que él tuvo para enfrentarse a este mal», añadió.
Kirk enfureció a algunas personas, dijo Stephen, «no porque fuera radical, no porque fuera un agitador».
«He escuchado mucho discurso político de ambos lados de la ecuación, de ambos bandos», declaró a The Epoch Times. «Charlie nunca me pareció alguien que agitara intencionalmente a la gente».
«Lo tenía en alta estima porque fomentaba el diálogo político civil, algo que obviamente en este clima es muy necesario».
Kirk tenía el poder de inspirar, aseguró Stephen, pero también de inquietar a sus adversarios. Consideraba que era la fuerza de sus convicciones, su lógica y sus ideales lo que provocaba reacciones tan fuertes, no el extremismo.
«Charlie conocía los riesgos que corría cada día al exponerse en público», agregó.
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